Fundacion Mater DeiWEBDespués de 400 años el convento de Clarisas de Ciempozuelos se quedó sin su querida Comunidad de contemplativas debido a la avanzada edad de las pocas hermanas que la formaban. Así, tras cuatro siglos de presencia de las hermanas pobres de santa Clara, el convento cerraba sus puertas. El domingo16 de noviembre fueron abiertas de nuevo por el Obispo diocesano Mons. Joaquín Mª López de Andújar para recibir a la nueva comunidad religiosa Mater Dei, de origen argentino, que habitará a partir de ahora el antiguo convento.

 

En la solemne refundación del monasterio, ahora llamado Reina de los Mártires, acompañaron al Obispo diocesano el Obispo auxiliar de la Diócesis –Mons. José Rico Pavés- el Arzobispo de Oviedo y Presidente de la comisión para la vida consagrada de la Conferencia Episcopal Mons. Jesús Sanz, así como el Párroco de Ciempozuelos -D. Antonio Mª Soler- sus vicarios parroquiales y una decena de presbíteros de diversas procedencias.

Durante la homilía, el señor Obispo explicó el carisma del nuevo instituto, dedicado a la alabanza divina mediante la adoración, el oficio divino y el canto gregoriano; consagrado a la transmisión de la fe mediante el estudio teológico y la formación de agentes de pastoral para poder vivir el lema tomado de santo Tomás de Aquino que han hecho suyo: "comunicar lo contemplado".

Las seis hermanas que habitarán el convento son la Hna. Julia -superiora- la Hna. Gabriela, la Hna. María José, la Hna. María Jimena, la Hna. María de la Cruz y la Hna. María Eugenia. Estarán dedicadas a la formación de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, así como a la de los catequistas, tanto en la Parroquia de Ciempozuelos como en el Centro Diocesano de Teología en su sede central en Getafe y en su sede arciprestal de Valdemoro. Asimismo, dos hermanas colaborarán en la Conferencia Episcopal Española en el programa "Sapientia amoris" de formación de las religiosas de clausura.

Agradecemos a la nueva Comunidad haber elegido el pueblo de Ciempozuelos, la Diócesis de Getafe, para fundar su primera casa fuera de Hispanoamérica, y agradecemos a Dios que renazca la vida en el edificio de roca gracias a las piedras vivas, a las almas consagradas que la Iglesia ofrece al Padre de las misericordias. Que la Reina de los Mártires interceda por las nuevas Hermanas, y por todos.