El pasado 23 de abril el obispo auxiliar de la Diócesis -D. José Rico Pavés- presidió la toma posesión de la parroquia de Arroyomolinos del sacerdote Juan Cerrato, antiguo coadjutor en dicha comunidad. Ese mismo día fue presentado el nuevo vicario parroquial, el P. Daniel Rojo, que llega procedente de la Catedral de Getafe. A la celebración asistió el alcalde de la localidad, Carlos Ruipérez, y otros miembros de la corporación municipal, además de la numerosa familia del nuevo párroco.
La celebración comenzó con la entrega de las llaves del templo por parte del prelado al nuevo párroco, y con el mandato de mantener esas puertas abiertas a los fieles el mayor tiempo posible. Justo antes de la proclamación del Evangelio, el obispo encomendó el evangeliario al P. Cerrato, encomendándole la tarea de instruir a los fieles en la sabiduría de la Escritura sagrada. En la homilía, Mons. Rico Pavés recalcó que la presencia de un nutrido grupo de sacerdotes concelebrantes -entre los que se encontraban el canciller de la diócesis D. Francisco Armenteros, el arcipreste D. Jesús Parra, el párroco precedente D. Fernando Gallego, varios delegados y párrocos- mostraba que en el ejercicio de ministerio parroquial D. Juan estaba amparado y acompañado por sus hermanos presbíteros.
A continuación el prelado acompañó al nuevo párroco hasta la pila bautismal y el confesionario desde donde ejercerá principalmente la misión de santificar y sanar al pueblo de Dios. Tras la comunión, se produjo el último de los ritos: la entrega de la llave del Sagrario donde se conservan las especies eucarísticas para su adoración y para llevar el pan eucarístico a los enfermos.
La celebración concluyó con una palabras del P. Juan Cerrato, donde expresó su deseo de vivir su lema sacerdotal en esta nueva tarea -“Servidor de vuestra alegría”- e invitó a todos los fieles a “soñar en grande” y construir entre todos una comunidad de discípulos misioneros que evangelicen las 30.000 almas que residen en el municipio. La comunidad regaló a su nuevo pastor un alba, un maletín y una camiseta de fútbol personalizada. Con un ágape fraterno concluyó la festiva toma de posesión del nuevo párroco.
