El segundo domingo de febrero, como cada año, el pueblo de Batres, se vistió de fiesta para celebrar “la Santa Cruz de Batres”. En la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, preside y guarda a sus fieles esta Santa Cruz que data del siglo XVI y que fue encontrada milagrosamente por un labriego. Lo más importante, aparte de su origen legendario, es la devoción de su pueblo, y que es –como dice el Himno dedicado a ella-, “fiel protectora, que ilumina la vida y guía a sus hijos”.
Este año la Santa Misa, centro de la fiesta, estuvo presidida por nuestro Obispo auxiliar, D. José, que en un marco de solemnidad hablo en su homilía de la importancia de la Cruz como signo para todo cristiano: con ella nos reciben en nuestro bautismo, ella nos acompaña en los acontecimientos más importantes de nuestra vida y ella nos despide cuando salimos de este mundo hacia la casa del Padre. También lo importante que es para Batres este signo de identidad para no perder su memoria como pueblo; esta Cruz que es un signo que le identifica ha guiado a nuestros antepasados y ahora nos toca a nosotros vivir lo que significa y pasarlo a las generaciones futuras.
La fiesta culminó por la tarde con la tradicional Procesión con la Cruz, a pesar de los riesgos de la lluvia y con las tradicionales pujas que la acompañan. Gracias a D. José por todo y que otro año podamos celebrarla.
