santajuanawebDesde hace tres décadas, y coincidiendo con el primer sábado después de la Pascua de Resurrección, el sábado 26 de Abril hicimos  la XXXIII marcha popular de la “Santa Juana,” (desde Numancia de la Sagra hasta Cubas de la Sagra) organizada por la Hermandad de Sta. Mª de la Cruz, con su Presidenta, Natalia Vaquerizas, el capellán de las Clarisas, D. Enrique Conde y la colaboración del Municipio. Unos 17 km. andando, con paradas intermedias en Illescas y Casarrubuelos, hasta llegar a nuestro destino: Cubas de la Sagra, pueblo de milagros y escenario de apariciones marianas de España, y dar gracias a Dios en la Santa Misa: La Eucaristía debe ser el Centro de nuestra vida (San Francisco de Asís).
Recordamos a Juana Vázquez Gutiérrez, -en adelante Sor Juana de la Cruz- aquella joven que podría haber sido desposada a los quince años con un hombre rico de su pueblo natal, Azaña (hoy, Numancia de la Sagra, en Toledo), y huyó de la casa paterna para recluirse en el convento de monjas clarisas de la familia franciscana, en Cubas, tomar el hábito y consagrarse a Dios.
Nacida el 3 de Mayo de 1481, en plena Edad Media y, curiosamente, llamada por el Padre Celestial a los 53 años, en la misma fecha de 1534. Precisamente en el mes de María. Una mujer con carácter; inteligente y valiente que iluminó a la Orden y a los cristianos de su tiempo. Mujer profética en sus gestos y palabras. Fue monja, virgen y con fama de santidad. Predicadora carismática de fama durante 13 años. Fue legitimada y aprobada por el Cardenal Cisneros; al escuchar sus palabras, quedó prendado y la nombró Párroco del pueblo de Cubas. Eran los  tiempos de la Inquisición y, entre otras cosas, la mujer tenía limitadas sus funciones eclesiales, oficios inusuales; predicar era una prerrogativa masculina, por ello le pusieron muchas trabas y hasta la traicionaron. Los sermones de la Madre Juana fueron censurados en Toledo (1525-1535) como conflictivos por su espiritualidad, cuando la misión del Párroco es ayudar a los fieles a ser santos.
Se citan unas palabras que le dijo Jesús a “la Santa Juana”: “si los hombres supieran las gracias, que por mi madre, quiero dar en este lugar, vendrían de rodillas de todos los lugares del mundo”.
Una venerable religiosa que no ha sido declarada o canonizada Santa por la Iglesia, pero que el pueblo considera “santa” al  tener culto inmemorial por sus bondades y milagros.
Fundamento de nuestra fe y consuelo de nuestra esperanza es confiar en que el Espíritu Santo ilumine al Papa Francisco y a los consultores, que estudian las Causas de los Santos, para que pronto sea elevada a los Altares.