incesando2webEl domingo 27 de abril, a las 19:00h, el Obispo de la Diócesis, D. Joaquín presidió  la Apertura del Centenario en honor de San Benito Menni, en la Parroquia de Santa María Magdalena, en Ciempozuelos, acompañado del Párroco, D. Antonio Soler y los Vicarios parroquiales, D. Rafael de Tomás y D. Julián Lozano. Al acto también asistieron la Superiora Provincial de las Hermanas Hospitalarias, el Superior de los Hermanos de San Juan de Dios y la Alcaldesa del municipio. Todos intervinieron en distintos momentos de la ceremonia y se mostraron emocionados y agradecidos por el trabajo que realiza la orden en el municipio de Ciempozuelos siguiendo el modelo de San Benito Menni, que además es Hijo predilecto de la ciudad.

En su homilía D. Joaquín empezó recordando que aquel día era el Domingo de la Divina Misericordia y señalando la importancia de realizar, como San Benito Menni, obras de Misericordia, tanto corporales como espirituales. Después de enumerar cada una, quiso hacer especial mención de San Benito como testigo de misericordia en un mundo tan abandonado como desconocido, como es el de los enfermos mentales, el mundo de la enfermedad mental que tanto sufrimiento causa a  quien la padece y a quien acompaña al enfermo.
También remarcó las palabras que el Papa Francisco había pronunciado aquella misma mañana, en la ceremonia de la Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, cuando se refería a la figura de Santo Tomás, que tuvo que tocar a Jesús para creer en su Resurrección. El Papa indicó que hay que tocar el cuerpo dolorido de Cristo que se hace presente en todos los débiles, en todos los que sufren.


También el jueves 24 de abril se celebraba en el Centro de las Hermanas Hospitalarias, en Ciempozuelos, la Eucaristía en honor de San Benito Menni –fundador de esta Congregación- con motivo del Centenario de su muerte.
El Vicario General, D. José María Avendaño, que presidió la Eucaristía, comenzó señalando el gozo de la Resurrección que desborda paz, haciendo alusión a las palabras del resucitado “Paz a Vosotros”; subrayando que también nosotros hemos de contemplar las llagas y las heridas del Señor en la vida de los más indefensos y débiles: como señalaba el Evangelio de Lucas ese día (Lc 24, 35-48) “Mirad mis manos y mis pies”. Destacó además, haciendo alusión al carisma de las hospitalarias, la característica de su vida, un corazón sin fronteras que sigue la recomendación de San Benito Menni: amar a Dios, orar, trabajar, sufrir y callar.
San Benito Menni fue un heraldo del evangelio que ejercía la misericordia mediante el servicio a los hermanos enfermos y necesitados y pionero en la atención psiquiátrica a finales del XIX y XX.
D. José María reseñó, en su homilía, el carisma de entrega y caridad que caracterizaba al Santo y que acompaña al trabajo hospitalario que desempeñan día a día las hermanas en su centro de Ciempozuelos y  ahora también en el recientemente inaugurado Centro de Arroyomolinos, destinado a mujeres con discapacidad psíquica.