diahoacwebEl sábado 10 de Mayo, conmemoración de San Juan de Ávila, celebramos en la Parroquia del “Sagrado Corazón” de Alcorcón el Día de la HOAC. Fue un día en el que compartimos reflexión, diálogo, y momentos de ocio y relación por la tarde. Dimos gracias a Dios por este día, en la Eucaristía que fue presidida por nuestro Vicario General y Moderador de Curia, D. Javier Romera Martínez.

Para la Hermandad Obrera de Acción Católica el Día de la HOAC es una celebración anual en la que compartimos la realidad actual del mundo obrero y del trabajo. Este año lo hicimos bajo el lema: “Trabajo digno para una sociedad decente”. La ponencia estuvo a cargo de D. Juan Francisco Garrido Jiménez

El empleo y la precariedad, dos caras de la misma moneda, son las principales preocupaciones de los ciudadanos de nuestro país. 

Lo que nos está pasando nos lo recordaba el Papa Francisco en su encuentro con el mundo del trabajo (Cagliari, 22/9/2013)  “… Aquí también encuentro sufrimiento. Un sufrimiento que uno de vosotros ha dicho que “te debilita y acaba robándote la esperanza” ¡Un sufrimiento – la falta de trabajo- que te lleva (…) a sentirte sin dignidad! ¡Donde no hay trabajo, falta la dignidad! Y este problema (…) es la consecuencia de una elección mundial, de un sistema económico que trae consigo esta tragedia; de un sistema económico que tiene en su centro un ídolo llamado dinero…”.

Se ha impuesto un modelo de flexibilidad que niega el derecho al trabajo porque la sociedad y los poderes públicos han claudicado en su función de garantizar el acceso al empleo para todas las personas. Bajo el concepto de la “empleabilidad” – capacidad de cualificarte y buscar tu propio trabajo- y la “emprendeduria” – capacidad de emprender tu propio negocio- somos cada uno de nosotros los únicos responsables de encontrar trabajo y/o buscar una actividad económica. Los trabajadores pasamos de ser víctimas del desempleo a ser los responsables de esa situación.

Desde nuestra fe en Jesucristo creemos que sólo es posible abordar esta situación si somos capaces de ofrecer otro sentido sobre la persona, sobre la sociedad y, en concreto sobre el trabajo. Es necesario construir una nueva cultura del trabajo. Es necesario romper la lógica de pensar y organizar el trabajo desde las exigencias económicas; deberíamos preguntarnos: ¿Qué funcionamiento de la economía es necesario para que en ella el trabajo pueda ser el instrumento de comunión y realización humana que está llamado a ser? 

Hay que luchar por unas condiciones dignas de empleo, por el trabajo decente. Plantear la necesidad de la reforma de la empresa y de extender formas no mercantilistas. “La gestión de la empresa no puede tener en cuenta únicamente el interés de sus propietarios, sino también el de todos los otros sujetos que contribuyen a la vida de la empresa: trabajadores, clientes, proveedores de diversos elementos de producción, la comunidad de referencia” (Caritas in veritate, 40).

Igualmente debemos luchar por la defensa y extensión de los derechos sociales. Plantear también la necesidad de desvincular derechos sociales y empleo y por ultimo renovar y fortalecer el movimiento sindical; recrear una nueva cultura sindical.

Por todo esto es necesario que demos, todos como Iglesia, una importancia decisiva a la evangelización del mundo obrero y del trabajo. En esta misión es clave:

 Acoger la vida de los empobrecidos del mundo obrero y del trabajo para construir desde ellos nuestra vida personal y comunitaria.

 Acoger, construir y compartir en esa realidad del mundo obrero y del trabajo formas de vida y acción que nos humanicen.

 Convertir los principios de la Doctrina Social de la Iglesia en acción pastoral concreta y en una propuesta de cultura política.


HERMANDAD OBRERA DE ACCIÓN CATÓLICA (HOAC) DE LA DIÓCESIS DE GETAFE