“Dónde están los consagrados, siempre hay alegría”.
Esa alegría es la que se vivió en la Celebración diocesana de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Con una acogida llena de gestos de delicadeza, las Hermanas Hospitalarias Franciscanas de Jesús Nazareno, haciendo buen uso de su nombre, nos acogieron con los brazos abiertos en su colegio de Getafe.
Laicos, consagrados y clero diocesano, en sincera comunión eclesial, tuvimos un foro en torno a la identidad y peculiaridad de la Vida consagrada. José Beltrán, actual Director de la Revista “Vida Nueva” y laico comprometido de nuestra Diócesis, moderó la mesa redonda compuesta por un sacerdote diocesano, una consagrada y dos laicos. Cada uno de ellos habló desde su experiencia personal sobre la vida consagrada y terminada su intervención lanzaron a la sala una pregunta.
Los participantes intervinieron activamente y hubo un interesante y profundo compartir que concluyó con la celebración solemne de la Eucaristía en la Catedral de la Magdalena, presidida por nuestro Obispo D. Joaquín. Allí la luz de nuestras lámparas, acompañadas de un número abundante de fieles, fueron presentadas al Señor, de la mano de María. El coro de los Equipos de animación misionera de Getafe y de Aranjuez hizo aún más alegre y entrañable la celebración. Agradecemos a todos la colaboración y el cariño con que nos habéis acompañado. Que sigáis presentándonos junto a Jesús, para que sepamos ser como Él, luz llena de compasión y misericordia en medio del mundo
