La Santa Iglesia Catedral de la Magdalena, en Getafe, se engalanó la noche del sábado 4 de abril como una Madre, para celebrar la gran Noche de la Resurrección, la Madre de todas las Vigilias, y acoger a veinte nuevos hijos suyos: son los catecúmenos de la Diócesis de Getafe, que tras un largo periodo de preparación y purificación, recibieron los tres sacramentos de la iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.
Todos fuimos testigos de la gran alegría de estos nuevos hermanos, que han alcanzado la deseada meta. Entraron con Cristo en las aguas de muerte, para resurgir y resucitar en las aguas de la vida.
Nuestro Obispo, Don Joaquín, que presidió la ceremonia, nos invitó en esta Vigilia Pascual a aceptar la invitación de Jesucristo y “volver a Galilea”, para encontrarnos con Él, volver a escuchar su primera llamada de Amor, y vivir íntimamente unidos Su Corazón.
Ellos han aprendido de sus padrinos y catequistas que son ahora “neófitos”, una criatura nueva, elevados a la dignidad de hijos de Dios, y hermanos de todos nosotros, bautizados. No olvidemos, familia, que, como nuevas plantitas del Jardín del Señor, necesitan de nuestros cuidados y oraciones, para que crezcan fuertes y vigorosas en la vida que Cristo les ha regalado.