El sábado 11 de abril tuvo lugar en la Parroquia de María Auxiliadora de Fuenlabrada un concierto de música sacra a cargo de la Coral Dionisio Aguado, con motivo de la celebración del bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco.
El concierto, al que asistió un buen número de fieles y amantes de este género, se inició con tres piezas del maestro español Tomás Luis de Vitoria: ‘Popule meus’, las quejas de Jesús ante un pueblo infiel y distante; ‘Amicus meus’, que es la historia de una traición, que hiere el alma, y ‘O vos omnes’, que es el suspiro del amigo traicionado, que es Jesús.
A continuación se interpretó la pieza ‘Mil pesares’, de Joaquín de Prez, que lanzó al viento un duelo y una pena por el desamor entre amigos.
La coral mantuvo la respiración como un interrogante en los aires, para luego exaltar el ‘Pan Divino y gracioso’ de la Eucaristía que levanta los ánimos de los creyentes y ablanda los corazones duros. Francisco Guerrero es su autor, quien, junto con Vitoria y Morales, forman la trinidad polifónica del Renacimiento español.
Después apareció Mozart con una sencillo ‘Ave verum’ de amor a Cristo, sangrante en la Cruz. Los cantores resistieron la intensidad de las notas cargadas de dramatismo que se unieron al ‘Stabat Mater’ del húngaro Kodaly, que delicadamente acentuó el dolor de una madre angustiada.
Una oración por un amigo muerto al escalar una montaña hizo que el ‘Signore delle cime’ (‘Dios de las cumbres’) de Bepi de Marzi, se apiade de un pobre muchacho; es una elegía, una ferviente canción fúnebre.
De pronto una música suave y penetrante, celestial y coral acompañó la caída violenta de las aguas del Iguazú. Fue el ‘Ave mará guaraní’ de Morricone, conmovedora. Fauré, con ‘In paradisum’, atenuó el miedo con un arrullo de la muerte, que busca la liberación final.
Las voces rejuvenecieron con Haendel y su ‘Benedicat vobis’, el aleluya de la resurrección.
Para terminar, dos espirituales negros celebraron la libertad y el amor sentido al Señor. Un encuentro inolvidable en honor del santo patrón de los salesianos.