visitasanjuanmatawebEl Obispo de Getafe y su Auxiliar visitaron la Parroquia de San Juan de Mata de Alcorcón del lunes 25 al domingo 31 de mayo, con el fin de conocer su actividad diaria.  

Desde el domingo hasta el martes, D. Joaquín se citó con los alumnos y profesores del Colegio Santísima Trinidad. También se reunión con los diferentes grupos parroquiales: el coro, el laicado y la comunidad trinitaria, los catequistas, los jóvenes de postcomunión, los grupos de Biblia y de liturgia.
Visitó también a los enfermos y a los ancianos, así como a los miembros de Cáritas.
Los tres últimos días de la visita pastoral fue el Obispo Auxiliar, D. José Rico, quien visitó a los consejos parroquiales, a los serpas y voluntarios y a los fieles de San Juan de Mata. Mantuvo un encuentro  con los grupos scout y sus padres, además de presidir los ratos dedicados a la oración y la vigilia de Pentecostés del sábado 23 de mayo.

D. Joaquín quiso transmitir un mensaje claro a los jóvenes: “Todos en la vida buscamos una puerta, la de la vida feliz. Pasamos por delante, pero no la vemos”. Esta puerta supone sacrificios y renuncias, pero los que viven en la luz “tendrán frutos de justicia, bondad y verdad”. 
En la homilía de la misa de apertura, el Obispo dejó claro en el día de la Ascensión del Señor que “la victoria de Cristo es nuestra victoria, porque nos llena de esperanza y nunca nos abandona”.

El miércoles 20 de mayo, D. José fue el encargado de celebrar la Eucaristía con motivo de la graduación de los cien alumnos del Colegio Santísima Trinidad. El Obispo Auxiliar recalcó a los jóvenes la importancia de “ser testigos de la alegría de Dios”, porque ahora les espera un mundo nuevo para el cual es necesario “no saberse solos, pues siempre habrá un cristiano rezando” para protegeles del mal y para que ayuden a otros a encontrar la alegría de acercarse al Señor.

Como se dijo en la visita pastoral, la labor de los católicos es escuchar el mandato misionero y “comunicar al mundo el servicio y la humildad para alcanzar la plenitud”, porque la visita pastoral “supone un fortalecimiento mutuo de la fe”.