El domingo 28 de junio se celebró, en la Parroquia San Vicente de Paúl, en Valdemoro, la ceremonia de despedida del  párroco, D. Alberto Iñigo y la bienvenida de D. Gabriel Díaz Azarola que estará al frente de la misma a partir de ahora.

‘El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres’, estas palabras podrían resumir el sentimiento de los fieles de la Parroquia San Vicente de Paúl, en Valdemoro, cuando el domingo 28 de junio se reunían para despedir al que hasta ahora ha sido su párroco y les ha acompañado como pastor.
La historia empezó a escribirse un 23 de septiembre de 2008, en la pequeña capilla de una residencia de mayores, con un puñado de feligreses, y pocos años después, la actual parroquia, apenas podía contener la cantidad de gente que acudió a dar ese último adiós agradecido que D. Alberto se merecía por su entrega a todos y cada uno de los que tuvieron el privilegio de encontrarse con él en este tiempo.
Entre los presentes se hallaba también el sacerdote D. Gabriel Díaz Azarola, recién llegado de Roma y que a partir de ahora se ocupará de la parroquia, y que quiso sumarse a la despedida y acción de gracias.
A partir del próximo mes de agosto D. Alberto continuará su misión sacerdotal en Brasil concretamente en la zona de Bacabal, una pequeña región al norte del país.
Le acompaña en su nueva etapa el cariño de sus parroquianos, que rezarán junto a él su lema sacerdotal ‘Mi Gracia te basta’.