tomaestaweb D. Pablo Fernández López-Peláez y D. José Antonio Medina Pellegrini tomaron posesión el pasado domingo 20 de septiembre de las parroquias de Santa Beatriz de Silva (Leganés) y de Nuestra Señora de La Saleta (Alcorcón), respectivamente, en sendas ceremonias presididas por el obispo de Getafe, D. Joaquín María López de Andújar.

 

La ceremonia de toma de posesión de D. Pablo Fernández López-Peláez fue multitudinaria. Cientos de fieles que no quisieron perderse el acontecimiento acudieron a arropar con su presencia y cariño al que a partir de ahora será su pastor.
La parroquia había sido engalanada para la ocasión, todo había sido cuidado al detalle, las lecturas, los cantos, las ofrendas… gracias a la colaboración de muchos voluntarios y bajo la presencia de Santa Beatriz de Silva, bajo cuya advocación se construyó esta novísima parroquia.
Para D. Pablo, esta nueva misión como párroco le llena de profunda gratitud, mientras pone toda su confianza en Cristo y en su Madre, la Virgen.
Se mostró también agradecido a sus padres, que siempre le han apoyado, a los amigos sacerdotes que le han acompañado y a la familia parroquial que a partir de ahora va a pastorear.Fue un emotivo día que quedará en el recuerdo de todos los fieles de Leganés, a los que el nuevo párroco también pide sus oraciones.


tomapomedinaestawebLa celebración de la toma de posesión de Medina Pellegrini en la Parroquia de Nuestra Señora de La Saleta también estuvo presidida por el obispo de la Diócesis, D. Joaquín María López de Andújar, y concelebrada por el arcipreste de Alcorcón, D. Inocente García de Andrés, acompañado de los sacerdotes de La Saleta, D. Juan Miguel Rodríguez y D. David Benavente.
A la multitudinaria ceremonia asistieron, además, dos diáconos y nueve sacerdotes de distintas parroquias de la Diócesis para recibir a D. José Antonio en este día tan importante, porque, como se dijo en la monición de entrada, “la parroquia recibe a su pastor propio bajo la figura del Obispo para enseñar, santificar y regir junto a la cooperación de laicos y sacerdotes”.
Al comienzo de la ceremonia, D. Joaquín entregó al nuevo párroco la llave del templo como lugar que ha de cuidar como si fuera su propia casa. A continuación, ofreció a D. José Antonio el agua bendita y le hizo entrega del Evangelio.
En la homilía, D. Joaquín explicó que “el sacerdocio es el corazón del amor de Cristo y por eso hay que agradecer la cercanía de tener un sacerdote”. Su misión es la de realizar el ministerio de la Palabra, para garantizar mediante su presencia la transmisión de la fe, porque la presencia del párroco da seguridad y tranquilidad.
También tiene que realizar el ministerio de santificación, ya que el sacerdote es el representante de Jesucristo y debe dar dinamismo y fecundidad apostólica mediante los sacramentos.
Además, desempeñará el ministerio de la caridad, la unidad o el gobierno pastoral, para estar a los pies de la comunidad cristiana llevando el agua purificadora del bautismo, que permite renacer a pesar del pecado.
Como dijo el obispo, “el sacerdote tiene que dar sabor de Dios”. Por eso, pidió oraciones por todos ellos, para que sean santos, y por las vocaciones sacerdotales.
A continuación, se procedió a la renovación de las promesas de ordenación de D. José Antonio, que recibió la entrega simbólica de los lugares de celebración del templo: la sede, la pila bautismal y el lugar penitencial.
Para finalizar,  se le concedió la llave del Sagrario, para que procure la participación de la eucaristía a todos los fieles y cuide de que la vela esté siempre “ardiendo de la presencia del Señor”.
D. José Antonio quiso agradecer a todos los presentes y a los sacerdotes la buena acogida y el espíritu de fe y amor. Pidió “caminar juntos, que el Señor lo hará con nosotros”, y, desde Dios, “construir puertas abiertas”.
Su objetivo es crear una parroquia solidaria. “Hay muchos Cristos rotos y necesitan que no permanezcamos impasibles”, dijo, aunque para lograrlo se necesita de la oración.