pasionchinchonweb Un Sábado Santo más, Chinchón se fue apagando con los últimos rayos de sol y resurgió como Jerusalén, enmarcada por  la fuerza de los focos. Este precioso pueblo pintó una vez más las escenas vivientes de la Pasión de Cristo en el lienzo  castellano de sus rincones, una galería al aire libre donde tan importante es la luz como el sonido, los olores y los colores, en el marco inigualable de sus calles.
Miles de personas contemplaron esta fusión que los chinchonetes aderezan con entrega y pasión, haciendo de esta representación la más bella y conmovedora de la Comunidad de Madrid.
Esta representación arrancó en 1963 por impulso del párroco.
En la actualidad, 250 vecinos del pueblo intervienen en un espectáculo que algunos clasifican como grandioso. Está declarado como Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1982.
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