La comunidad ortodoxa residente en la Diócesis de Getafe celebró este año la Pascua de Resurrección el domingo 1 de mayo.
Los fieles ortodoxos de Europa del Este -rumanos, búlgaros, moldavos, etc.- pudieron celebrar la liturgia pascual en sus lugares habituales de culto y recibir la santa luz de Cristo gracias a la colaboración del Obispado de Getafe y de los Ayuntamiento de Getafe, Móstoles, Aranjuez, Leganés y Fuenlabrada.
Además, en estos oficios participaron varias personalidades políticas, entre los que se encontraban el embajador de Rumanía, los Consejos de Gobierno locales de los diversos municipios y los sacerdotes de la Iglesia Católica que ofrecieron sus parroquias a la Iglesia Rumana Ortodoxa para que pudiera llevar a cabo esta celebración.
Esta fiesta fue el culmen de una preparación de siete semanas de ayuno. En el transcurso de las mismas, los fieles fueron pintado huevos que simbolizan la Resurrección o el nacimiento a una Vida Nueva y que, ahora, en esta vigilia pascual, rompen mientras aclaman unos “Cristo ha Resucitado” y responden otros “verdaderamente ha Resucitado”.
Además de este acto simbólico, en la liturgia se proclama el ‘tropario’ (pregón en forma de himno y letanías a dos voces) y los fieles cantan con gozo ‘¡Cristo ha Resucitado!’ (‘Hristos a Inviat’).
