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El obispo diocesano, D. Joaquín María López de Andújar, presidió el 10 de diciembre, conmemoración de Nuestra Señora de Loreto, la misa que se celebró en la capilla de la Base Aérea de Getafe, auxiliado por el páter de la instalación militar, D. Alejandro Espíritu.
Al encuentro asistieron también el coronel de la Base, D. Rafael Triguero; varias autoridades civiles y militares, un nutrido grupo representativo de la Asociación Damas de Loreto y multitud de fieles que se acercaron hasta allí.
Monseñor López de Andujar resaltó en su homilía las bienaventuranzas a la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del Padre eterno, y la llegada de la misericordia a los fieles, de generación en generación, derribando del trono a los poderosos y enalteciendo a los humildes.
D. Joaquín felicitó, además, a la familia aviadora en el día de su patrona, al celebrar a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de Loreto, y recordó la profunda unión de la Diócesis de Getafe con la aviación militar española y, en concreto, con la Base Aérea de Getafe.
El mismo día, el obispo auxiliar, D. José Rico Pavés, presidió la misa que se celebró en la capilla del Acuartelamiento Aéreo de Getafe (ACAR).
En su homilía, el prelado abundó en la Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios y, además, hizo un preciso repaso histórico de la santa casa de Loreto, que es la misma casa de Nazaret que visitó el arcángel Gabriel en la Anunciación a la santísima Virgen María. Es allí, dijo, “donde el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”.
Recordó la llegada de la imagen de Nuestra Señora en 1939 a Getafe y su entrega por el embajador italiano al aeródromo de Getafe como regalo y agradecimiento de los aviadores italianos.
Tras la eucaristía, en el Acuartelamiento Aéreo se celebró un acto institucional militar con entrega de recompensas a los soldados que han destacado en su misión o por dedicación y permanencia en el Ejército.
Especialmente relevante y emotivo fue el homenaje a los caídos.