Los fieles de la Diócesis de Getafe celebraron la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos con diferentes celebraciones ecuménicas en las que participaron representantes de diversas Iglesias cristianas, como la Ortodoxa Rumana, la Ortodoxa Ecuménica de Constantinopla, la Española Reformada Episcopal (comunión anglicana), la Evangélica Española, la Evangélica Luterana, la Evangélica Bautista, la Iglesia de Cristo, la Iglesia de las Águilas y la Iglesia Pentecostal.
Rezaron unidos el 17 de enero en la Parroquia San José Obrero (Móstoles); el 23 en la Catedral Santa María Magdalena (Getafe); el 24 en la Parroquia Ortodoxa Rumana de San Devoto Nicodemo de la Tismania (Getafe); el 25 en la Parroquia San Saturnino (Alcorcón), y el 29 en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción (Valdemoro).
Entre todos estos actos, el acontecimiento central fue el de la Catedral Santa María Magdalena, donde el obispo de la Diócesis de Getafe, D. Joaquín María López de Andújar, presidió la celebración y agradeció su presencia a los concelebrantes de las diversas Iglesias, así como a los fieles de estas comunidades.
Fue un encuentro cargado de simbolismo. Juntos confesaron los pecados y formaron un muro de ruptura y de separación que más tarde se convirtió en una cruz que significaba la unidad y la comunión que Cristo quiere que tengamos con Él y entre nosotros.
El prelado exhortó a destruir los muros que nos dividen y que impiden la comunión y la unidad, para que, de este modo y con la ayuda de Dios Padre, todos los cristianos puedan acercarse a Él por medio y en el nombre de Jesús, así como experimentar la vida nueva a través del Espíritu Santo.
También el padre Dorín Sas, de la Iglesia Ortodoxa Rumana de los Santos Mártires de Valdemoro, que dirigió una breve meditación basada en la parábola del hijo pródigo, invitó a todos los fieles a acoger el amor del Padre que siempre nos espera y que nos invita a huir del relativismo y a vivir en el gozo de su amor y de su comunión.
La celebración estuvo amenizada por dos coros, el de la Catedral y el Armonía, de la Iglesia Ortodoxa Rumana de los Santos Mártires de Valdemoro.
Nota común en todos estos eventos fueron los ágapes fraternos que compartieron los miembros de las distintas Iglesias al finalizar las celebraciones.