Con el objetivo de recaudar fondos para financiar los proyectos que sostiene Manos Unidas Getafe en India y Paraguay, y cuyo coste asciende a 300.000 euros, las parroquias y las delegaciones de la Diócesis organizaron distintas actividades durante el mes de febrero.
Una de ellas fue la ‘Cena del hambre’ que se realizó en una de las salas del Hospitalillo de San José (Getafe), en la que participó más de medio centenar de voluntarios y  fieles de Getafe.
El encuentro comenzó con una eucaristía presidida por el padre agustino recoleto Tomás Pérez, de la Parroquia Buenavista (Getafe), acompañado del sacerdote Alexis Pilly, de la Parroquia San Nicasio (Leganés), que compartieron su experiencia misionera.

A  continuación, todos juntos pasaron al salón, donde la delegada de Manos Unidas, Carmen de Castro, dio a conocer los proyectos de la Diócesis y habló de la campaña.
Después, todos los asistentes degustaron unas migas y unas uvas, a modo de ‘Cena del hambre’, que se compartieron a cambio de un generoso donativo.
Además de ésta, las parroquias organizaron otras ‘Cenas del hambre’ y actividades variadas durante febrero, con el objetivo de difundir la campaña de Manos Unidas e invitar a la generosidad y al compromiso de todos los fieles de la Diócesis.
Otro ejemplo es el de la Parroquia Asunción de Nuestra Señora (Griñón), que organizó un concierto de corales solidario con el fin de recaudar fondos para sus proyectos.
La Coral de Griñón, el Grupo Cedan de Madrid y decenas de fieles se sumaron a la convocatoria.
Las delegaciones también aportaron su granito de arena. La capellanía del Centro Penitenciario de Navalcarnero, a cargo del sacerdote Javier Sánchez, organizó, por quinto año consecutivo, una carrera solidaria de reclusos durante la mañana del 25 de febrero.
Unos 205 internos rezaron unidos en la capilla por los proyectos de Manos Unidas y luego salieron al patio del centro, donde cada uno dio las vueltas que quiso al campo de fútbol, aportando un donativo de dos euros por cada giro completado.

Javier Sánchez, capellán en este centro penitenciario, señala que “hemos comprobado un año más que los pobres son los más solidarios con los pobres, incluso sin conocerlos” y añade “en la capellanía, todos intentamos trabajar por los otros, por hacerles felices, por hacer posible un mundo más justo y más fraterno, como también intentamos hacerlo cada día y en cada momento en la misma cárcel”.
El capellán destaca también que los chavales coincidían en que igual que a ellos les ayuda mucha gente, a través de los diferentes donativos que nos dan a la capellanía, sin conocerles de nada, también ellos con su esfuerzo habían colaborado con personas que tampoco conocían pero de las que también se sentían hermanos.
La carrera fue patrocinada por donativos del obispado y de voluntarios de la propia capellanía.
La mañana terminó con la lectura de la oración del obispo Pedro Casaldáliga, elaborada para Manos Unidas: “unidas a tus manos solidarias, partiendo el Pan con todos, unidas a tus Manos traspasadas en las cruces del mundo”.

Esas Manos que estrechamos cada sábado en cada abrazo que nos damos en la eucaristía de la cárcel, señala Javier, las estrechamos de nuevo este sábado en un abrazo más amplio, en un abrazo a todo nuestro mundo, en un abrazo capaz de solidarizarnos con todos los pobres y los que peor lo pasan en él. Los pobres de Navalcarnero, desde su pobreza, se unieron así a los pobres del mundo entero, sintiéndonos, sin conocernos, hermanos unos de otros y unidos en un mismo fin de fraternidad, y haciendo presente con este gesto al Dios de la vida que en Jesús de Nazaret nos invita a dar vida a los demás, estén donde este, vivan como vivan, y hayan hecho lo que hayan hecho
 

Manos Unidas Getafe agradece la solidaridad mostrada hasta el momento y pide que este compromiso se mantenga a lo largo de todo el año.