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Cientos de fieles, amigos  y familiares acompañaron al sacerdote D. Paul Schneider en la misa de despedida que presidió el pasado domingo 10 de septiembre en la Parroquia San Carlos Borromero (Villanueva de la Cañada), previa a su partida hacia Etiopía, país al que se marcha como misionero.
D. Paul partió dos días después rumbo a la ciudad etíope de Gode, donde ha iniciado una nueva etapa de su ministerio como misionero.
En el transcurso de su homilía, el presbítero, que estuvo acompañado del párroco D. Gonzalo Pérez-Boccherini, recordó los seis años que ha pasado colaborando junto a él como vicario parroquial y también dedicó palabras de cariño a todos los fieles que se acercaron a despedirle.
“Creo que esta vocación misionera tiene mucho que ver con esta parroquia, donde abundan los carismas y conviven movimientos y estilos variados y complementarios formando  una verdadera familia de familias”, señaló D. Paul.
Respecto a su nueva etapa en las misiones de África, destacó que ahora el Señor le llama “a una vida de mayor pobreza” para volver a enamorarse de Él “y a servirlo en los más pobres, a ejemplo de los santos”.
El padre Paul viajará primero hasta la capital, Adís Abbeba para aprender durante cinco meses el idioma amhárico. Después se trasladará a Gode donde desarrollará su ministerio sacerdotal y se ocupará de la eucaristía y el acompañamiento espiritual de la comunidad católica, formada por 15 personas y atendida en la actualidad por el padre Christopher Hartley.

 

También colaborará con el ‘Proyecto Tamara’, donde la hermana Joachim –Misionera de la Caridad- enseña costura a mujeres rescatadas de prostíbulos con el fin de que puedan ganarse un sueldo y no volver a caer en la prostitución.

Además el padre Paul visitará a los enfermos y los llevará al hospital, transportará los bidones de agua potable –inexistente en la zona-  pues la gente no dispone de vehículos propios y se encargará de arreglos menores de las casas al servicio de esta comunidad.

Después de la misa se sirvió un pequeño refrigerio para que todos los presentes tuvieran tiempo de hablar y de despedirse fraternalmente de este sacerdote, tan querido en Villanueva de la Cañada.