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La hermana sor Ana María Carrascosa Aguado, concepcionista franciscana, falleció el pasado 6 de septiembre en el convento de San Pascual de esta congregación en Aranjuez, confortada con el sacramento de la unción de enfermos.
Nacida en esta localidad el 26 de julio de 1932, de joven se sintió seducida y atraída por el amor incondicional de Dios, de modo que quiso entregarse totalmente a Él.
Sus padres se opusieron y no querían que su hija entrara en ningún monasterio. Como Jesús había echado lazos fuertes en su corazón y no podía resistir más, a pesar de la negativa de su familia, entró en el convento de San Pascual en 1956.
Su vida ha sido una historia de amor que se vivió como respuesta a Aquél que la amó primero. Vivió y murió amando y entregándose sólo a Él.
Desempeñó el cargo de abadesa durante tres años, con alegría y con espíritu de servicio.
Su gran pasión era hacer belenes, y, cuando llegaba la Navidad, no dejaba ningún rincón de la casa sin nacimiento.
Esa pasión por los belenes y ese amor con que los realizaba ha movido a otras hermanas de la federación a aprender de su buen hacer.
Dña. Ana María fue muy caritativa, activa y muy amante de la comunidad. Como sabía coser bien, estaba siempre pendiente de las necesidades de todas sus hermanas, sin escatimar sacrificios.