Unas 150 personas se reunieron el pasado 23 de febrero en la Parroquia Virgen del Carmen (Móstoles) para rezar unidas ante el Santísimo por los cristianos perseguidos por causa de su fe.
Durante esta ‘Noche de los testigos’ pudieron escucharse diferentes testimonios de hermanos que sufren persecución.
El primero de ellos fue el del padre Gaetan  Kabasha, un sacerdote de Ruanda que, con motivo de la guerra entre tribus, tuvo que huir de su país para salvar su vida.
Este sacerdote se encontró en su camino a Monseñor Juan José Aguirre, obispo de Bangassou (República Centroafricana), que le ayudó y le acompaño.
A continuación, una feligresa del arciprestazgo de Móstoles leyó el testimonio de una mujer, Rebeca , secuestrada en Nigeria por Boko Haram y que durante el tiempo que estuvo en manos de este grupo terrorista perdió a dos de sus hijos y quedo embarazada de un terrorista.
“Cuando me obligaban a arrodillarme hacia La Meca, yo repetía: ‘te amo, Señor Jesús’”. Gracias a su comunidad y a la iglesia local, Rebeca ha podido reencontrarse con su marido, Bitrus, que ha logrado aceptar al hijo que nació de la violación.
Ahora viven en un pobre campo de desplazados en Maiduguri (Nigeria), junto a otras 25 familias, todas apoyadas por la Iglesia católica a través de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada.
El testimonio de la hermana Leelamma , de la India, enseñó a los asistentes el camino de la conversión y del perdón. Narró el asesinato de una religiosa de su comunidad y cómo el asesino encontró a Cristo en los años que pasó en la cárcel.
El asesino terminó pidiendo perdón a la familia de la religiosa y ésta le perdonó.
El día de la beatificación de la religiosa, su asesino se encontraba sentado junto a la madre de la religiosa.
En esta ‘Noche de los Testigos’ participaron todas las parroquias del arciprestazgo de Móstoles representadas tanto por sus sacerdotes como por sus feligreses.