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Los sacerdotes diocesanos Agustín Giménez y Luis Ángel Albares participaron los días 14 y 15 de septiembre en el  simposio ‘María en la redención: una perspectiva global’, organizado por la International Marian Association en la Universidad Ave Maria, en Florida (Estados Unidos).
Los presbíteros viajaron hasta la ciudad estadounidense en representación del Foro Mariano Diocesano (www.foromariano.es).
El padre Agustín impartió una de las ponencias, titulada: ‘Mary in the Redemption: the Spanish perspective (part 1) and a biblical reflection (part 2)’ (‘María en la Redención: la perspectiva española (parte 1) y una reflexión bíblica (parte 2)’).
Las ponencias giraron en torno a dos focos principales. El primero estaba formado por los testimonios fuertes de la acción de María en la evangelización y en la intercesión por su pueblo. Entre ellos, destacaron el del obispo nigeriano Oliver Doeme, que habló de la protección de María frente a los ataques de Boko Haram, y el de la madre Míriam, una judía convertida al catolicismo por intercesión de la Virgen y de la Eucaristía, que ha fundado una orden religiosa, entre cuyos carismas está presentar a María como la esperanza del pueblo de Israel.
El segundo foco fueron las reflexiones en torno al papel de la Virgen en la salvación, con especial atención al título de Corredentora, su empleo en la tradición, en la teología, en el Magisterio…
A modo de ejemplo, el doctor eslovaco padre Jan Kosiar mostró que san Juan Pablo II utilizó el título de Corredentora siete veces durante su pontificado.
 
Un oasis espiritual
En cuanto al ambiente del simposio, “la universidad era un pequeño oasis espiritual”, según el padre Agustín.
“Todo el campus, incluso arquitectónicamente, gira en torno a la gran iglesia que preside todo. Cada edificio residencial tiene su capilla. Los alumnos tienen diariamente dos misas para elegir. Hay incluso una capilla de adoración perpetua, con los turnos cubiertos casi en su totalidad por los estudiantes. Y el ambiente de familiaridad y acogida hacia todos nosotros fue espectacular”, cuenta el sacerdote diocesano.
“Ha sido una experiencia maravillosa. Hemos hecho contactos y hemos dado a conocer la realidad de nuestro Foro Mariano en la Iglesia americana, y en la del resto del mundo, pues había participantes de los cinco continentes”, concluye el padre Agustín.