Decenas de fieles sintieron la llamada a vivir con intensidad su vida bautismal y a ser evangelizadores del mundo actual durante la séptima edición del encuentro ‘Laicos en marcha’, celebrada el 29 y el 30 de septiembre.
Convocado por los Cruzados de Santa María, el encuentro se inició con una eucaristía en la iglesia de las madres carmelitas en el Cerro de los Ángeles, celebrada por el obispo de la Diócesis de Getafe, D. Ginés García Beltrán.
A  continuación, Víctor Castaño, comisario para la celebración del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón, ofreció una explicación del sentido de la espiritualidad del lugar.
La tarde del primer día tuvo como centro de operaciones la Parroquia Santa Maravillas de Jesús (Getafe), y comenzó con la representación del musical 'De dioses y hombres', sobre los monjes mártires de Argelia que el Papa beatificará el próximo 8 de diciembre.
Este musical fue una llamada a la santidad, al testimonio y al diálogo con todos los hombres de buena voluntad, y un respaldo a los hermanos cristianos perseguidos.
Tras la obra musical se ofrecieron varios testimonios de evangelización. El surf, la música de Brotes de Olivo, la vivencia de Fernando Salaverri, la iniciativa familiar 'Blessings' o la de voluntariado en El Gallinero impulsaron a todos al compromiso, como se constató en la posterior asamblea.
El primer día de Laicos en Marcha concluyó con un emotivo tiempo de oración y de confesiones ante el Santísimo, coordinado por Daniel Gómez, del grupo La Voz del Desierto.
La jornada del domingo se trasladó a la capital, donde los asistentes pudieron conocer de primera mano con Javier del Hoyo, biógrafo del padre Tomás Morales, los lugares donde este infatigable apóstol de Madrid realizó su obra.
El encuentro concluyó en el lugar donde el padre Tomás estudió de niño y pasó su última enfermedad de anciano, el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, donde Elías Royón, delegado de Vida Religiosa del Arzobispado de Madrid, celebró una eucaristía.
Fue una jornada inolvidable, que llenó de entusiasmo a todos los participantes, que continuarán ‘en marcha’ en sus propios ambientes.