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La centralidad de Cristo, la comunión y la comunicación dentro de la Iglesia, el papel evangelizador de la juventud en los distintos ambientes y la recuperación de la vocación bautismal fueron algunos de los temas tratados durante el mini sínodo de jóvenes presidido el fin de semana del 16 al 18 de noviembre por el obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, en Rozas de Puerto Real.
Fueron tres días intensos para compartir experiencias de jóvenes creyentes y no creyentes, preocupaciones e inquietudes y la particular visión que la juventud tiene de la Iglesia.
Después de escuchar a los representantes juveniles de arciprestazgos, grupos, movimientos y asociaciones de la Diócesis, D. Ginés destacó que es necesario un encuentro interior con Cristo, sin el cual la vida del católico no tiene sentido.
El obispo invitó a los jóvenes a seguir el ejemplo de servicio y de entrega del Señor. “Es necesario saber quién es el Jefe: el que ha venido a servir y a dar la vida. La única fe que engancha es la fe que integra”, dijo D. Ginés.
Además, el prelado insistió en el papel evangelizador que tienen los jóvenes que están dentro de la Iglesia y en su misión de enseñar al mundo cómo es la Iglesia que aman.
D. Ginés también pidió a los jóvenes llevar la fe y el amor de Cristo a otros jóvenes.
“Vivimos un gran desconocimiento de Iglesia. Nos falta comunicación interna y vivimos de espaldas los unos a los otros. Si no quiero a la Iglesia, no tengo nada que hacer, aunque esté compuesta de humanos pecadores”, remarcó el pastor diocesano.
D. Ginés insistió a los jóvenes en que se sientan parte de la Iglesia. “¡No hablemos de la Iglesia ni de la Diócesis en tercera persona! ¡Nosotros, siempre nosotros!”, afirmó.
Todo lo tratado durante este encuentro se concretará en líneas de acción que permitan mejorar la pastoral juvenil en la Diócesis de Getafe.
“No os pido estrategias, pero hay que aterrizar todo lo tratado para que esto no se quede sólo en un fin de semana bonito”, concluyó el obispo.
Durante este sínodo, en el que también hubo tiempo para la música, la oración y la convivencia, “cada uno en su lengua, desde su experiencia, compartió con los demás y todos nos hemos unido”, explicó el obispo.
“Gracias por haber conseguido que frente a Babel se haya dado Pentecostés”, señaló el prelado.