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El obispo auxiliar de Getafe, D. José Rico Pavés, presidió el pasado 20 de octubre, Domingo Mundial de las Misiones, el rezo de vísperas por los misioneros, que tuvo lugar en la capilla del convento de las carmelitas descalzas de Boadilla del Monte.

Este día se festejó en todas las parroquias de la Diócesis de Getafe rezando por las misiones y por los misioneros, en especial por los diocesanos. 

La colecta se destinó íntegramente a las misiones.

Acompañados por el delegado diocesano de Misiones, Juan José Alonso Somalo, y por el canto de las madres carmelitas, todos los asistentes rezaron unidos por todos aquellos que, dejando sus hogares, han entregado su vida por la evangelización.

En el transcurso de la tarde, en un ambiente de devoción a Cristo, hubo un tiempo de exposición del Santísimo y se dio a venerar la reliquia de santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones, que estuvo presente también en el altar.

D. José quiso dirigir unas palabras a la asamblea tomando como ejemplo la vida de la santa. "El 19 de octubre de 1997, en un domingo del Domund, el papa Juan Pablo II la declaró doctora de la Iglesia”, recordó el obispo auxiliar, que subrayó el hecho de que santa Teresita sea patrona de las misiones sin haber salido nunca del Carmelo y habiendo muerto muy joven, a los 24 años.

“Con la entrega al Señor y la vida de oración se sostiene en primera línea a todos aquéllos que han de llevar la Buena Nueva del Evangelio a los que nunca antes lo han escuchado", destacó el obispo auxiliar.

"Es necesario que haya personas que entreguen su vida al Señor porque han comprendido que ha sido Él el primero que se la ha regalado y que cierren los ojos al mundo”, dijo D. José, que puso de ejemplo la vida de entrega de las religiosas contemplativas, “sin cuya consagración y oración la tarea misionera es infecunda”.

“El misionero, que tantas veces nos lo dice el papa Francisco, no es agente de una ONG. Su tarea no es simplemente mejorar la situación material de aquéllos adonde es enviado, sino, sobre todo, llevarles al encuentro de Cristo, y si este encuentro se produce, todo cambia; el bien espiritual y el material”, insistió D. José.

Además, este año, continuó el auxiliar, “estamos celebrando un ‘Mes misionero extraordinario’, convocado por el papa Francisco al cumplirse un centenario de un documento publicado por Benedicto XV en 1919, ‘Maximum illud’, con el cual exhortaba a todos los miembros del  pueblo de Dios a responder con generosidad a las necesidades evangelizadoras del momento. Aquella petición del santo padre no cayó en saco roto y muchos jóvenes y adultos, escuchando esta llamada del Papa y reconociendo en ella la llamada del mismo Cristo, dejaron sus comodidades para ponerse a disposición de la Iglesia e ir allí donde fuera necesario continuar la evangelización”. 

"En nuestra Diócesis seguimos celebrando un Año Jubilar concedido por el papa Francisco al cumplirse el Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. El mismo papa Benedicto XV que publicó esta encíclica para impulsar el ardor misionero de Cristo es el que dirigió a los católicos españoles que se congregaron en el Cerro de los Ángeles una bendición especial para que, amparándose siempre en el amor del Corazón de Cristo, fuesen portadores de este amor para todos nuestros contemporáneos", concluyó.

Una vez finalizado el acto, todos los asistentes pasaron al locutorio del convento, donde las madres carmelitas departieron con el obispo auxiliar, con el delegado diocesano de Misiones y con las demás personas, y agradecieron el momento de oración que se acababa de tener por los misioneros.