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El obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, bendijo el pasado 30 de noviembre la nueva imagen de María Santísima de la Trinidad en la Ermita del Cristo del Calvario (Pinto).

 

El prelado estuvo acompañado por el párroco de San Francisco Javier, Pedro Merino; por el alcalde de Pinto, Diego Ortiz, y por algunas autoridades del municipio y miembros de hermandades que quisieron compartir la alegría del momento.

D. Ginés comenzó su homilía hablando del inicio del año litúrgico y de la naturaleza del Adviento para manifestar la primacía de la fe en la vida cristiana. 

También señaló que la advocación elegida de María Santísima de la Trinidad sitúa  a los fieles en el centro del misterio cristiano y resalta la dimensión teologal de la fe.

“Desde esta fe se puede comprender adecuadamente el significado de poner una imagen a la pública veneración del pueblo cristiano. Sin la fe, las imágenes religiosas son sólo obras artísticas bellamente esculpidas, pero nada más. Con la fe, la imagen reclama la identificación del fiel con el misterio o con la naturaleza que la imagen concreta evoca”, destacó D. Ginés.

El prelado subrayó también muy vivamente la necesidad de que la hermandad viva su fe y su devoción durante todo el año y propague esa fe a todo el que la rodea: "Igual que dije la semana pasada en la celebración de la otra hermandad de Pinto, un día se es cofradía y todos los días del año se es hermandad”.

La nueva talla de María Santísima de la Trinidad es una Virgen dolorosa que sigue los cánones de la imaginería andaluza. Ha sido donada y realizada por el escultor Enrique Calero Rivera. 

Es una imagen de madera policromada, llamada de ‘candelero’, de 170 centímetros de alto y preparada para vestir, de lo cual se encargará Iván Martín Orgaz.

Al finalizar la ceremonia, gran número de fieles devotos de la Virgen pasaron al tradicional besamanos de la imagen.