vigiliacolmnadosweb

El obispo auxiliar diocesano D. José Rico Pavés, presidió la vigilia de Adviento para los fieles del arciprestazgo de Chinchón, en una ceremonia cargada de simbología, celebrada en la Parroquia Santa María la Mayor (Colmenar de Oreja) el pasado 30 de noviembre.

La ceremonia comenzó con la procesión de entrada y con la bendición de la ‘Corona de Adviento’. Después el obispo auxiliar entregó a los lectores el ‘Leccionario’ correspondiente al nuevo ciclo litúrgico, que fue entronizado y colocado en el ambón.

Después de la proclamación de las lecturas del día, D. José comenzó la homilía hablando del tiempo litúrgico del Adviento y de la importancia que adquiere el signo de la luz, “tal y como nos indican los elementos visibles de la Corona de Adviento y la entronización de la Palabra”.

“Las lecturas que se proclaman en este tiempo nos van guiando de la mano de distintos personajes que, de forma clave, nos van llevando al encuentro con Cristo, que llegará en la noche santa de Belén para sacarnos de la tinieblas y llevarnos a la verdadera luz, y que alcanzará su esplendor máximo en la gran celebración de la Vigilia Pascual y durante todo el tiempo de Pascua, en el que Cristo pone un especial empeño en mostrarse a los discípulos: ‘Les enseñó las manos y el costado’”, relató D. José.

“Ésta es la misión de la Iglesia: llevar la luz de Cristo a nuestros hermanos enfermos, ancianos, jóvenes al borde de los caminos, descartados de la sociedad del bienestar, mujeres maltratadas, presos, inmigrantes… Llevar el amor de una forma concreta y encarnada a cada uno de éstos que necesitan ser mirados y tratados con verdadera ternura y misericordia a modo y ejemplo de Jesús Buen Samaritano”, insistió el prelado. 

La vigilia concluyó con la proyección del vídeo de presentación del Plan Diocesano de Evangelización, que D. José animó a acoger “cada cual de forma personal y como comunidades cristianas, para su desarrollarlo en un verdadero clima de sinodalidad, expresión de la comunión en cada una de estas comunidades”.

Para terminar, los presentes recibieron una estampa con la imagen de Cristo mostrando las manos y el costado, con un pequeño texto de motivación para que sean verdaderos transmisores del amor de Cristo siguiendo la enseñanza del papa Benedicto en ‘Caritas in Veritate’.