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Los seminaristas diocesanos, acompañados de su rector, Jesús Parra, y de los formadores Fernando Burgaz e Iván Sánchez, visitaron el pasado 30 de noviembre a los reclusos del Centro Penitenciario de Valdemoro, en el que la Iglesia desempeña su tarea pastoral a través del sacerdote y capellán Pablo Morata y de su equipo de voluntarios.

 

Esta visita se enmarca en el nuevo Plan de Evangelización diocesano, propuesto por el obispo D. Ginés García Beltrán y que para su primer año de ejecución se centra en el refuerzo de la acción caritativa y social de la Iglesia.

Esta jornada de diálogo e intercambio de experiencias y testimonios de vida concluyó con una celebración eucarística presidida por el rector del Seminario Nuestra Señora de los Apóstoles.

En su homilía, Jesús Parra hizo una llamada a la esperanza y a la luz que aporta el mensaje del amor de Cristo y recordó que el Adviento, al igual que la vida, es “un camino de peregrinación que nos lleva hasta Jesús”.

El  rector del Seminario preguntó a los reclusos qué le llevarían y qué le dirían a san José, a María y al Niño Jesús y se sorprendió gratamente al observar palabras de gratitud y de cariño y muestras de arrepentimiento ante los actos que les hicieron entrar en prisión.

La misa resultó muy participativa y amena. Los internos prepararon las moniciones y las preces y los seminaristas entonaron los cantos con ellos y con los voluntarios de Pastoral Penitenciaria.

Tras la eucaristía, compartieron un aperitivo y siguieron cantando canciones en un ambiente muy distendido de camaradería.

El encuentro terminó con la propuesta de volver a reunirse para disputar un partido de fútbol amistoso.