Paul Schneider, sacerdote diocesano de misión en Etiopia, y Alberto Íñigo, que lleva cuatro años evangelizando en Brasil, pasaron por la sede del Obispado de Getafe el 15 de julio para visitar al obispo D. Ginés García Beltrán.

Ambos quisieron compartir el desarrollo de su misión, uno en Lagarba y el otro en la Diócesis de Bacabal, sus inquietudes, sus trabajos diarios, las dificultades, las penas y, sobre todo, las “muchas alegrías” que encuentran al llevar a Cristo a estos países tan distintos y tan lejanos.

Paul Schneider, que habló primero con el obispo de Getafe, le mostró también un libro de fotografías que resume su trabajo diario en Etiopía, elaborado y regalado por uno de sus anteriores feligreses de Villanueva de la Cañada. 

D. Ginés pudo conocer así de una manera más cercana a los habitantes con quienes comparte el día a día el sacerdote misionero.

El padre Paul también le contó los avances que ha podido hacer en el conocimiento del idioma e informarle de los proyectos para mejorar los cultivos de los que se va a ocupar durante los próximos meses, una vez que regrese a Etiopía el próximo 24 de julio.

Después, el obispo D. Ginés se entrevistó con el sacerdote Alberto Íñigo para intercambiar reflexiones y experiencias. 

El padre Alberto compartió el trabajo que desarrolla desde hace cuatro años en Brasil y “cómo las muchas dificultades –comida diferente, idioma, costumbres, incluso las enfermedades padecidas– se vencen con la ayuda del Señor”.

D. Ginés se interesó por la salud de los misioneros, por la situación personal de cada uno y, sobre todo, por la espiritual. 

Después de escucharles, les manifestó su profunda alegría ante esta visita y les animó a seguir evangelizando, porque “el mundo necesita misioneros que hablen del amor de Cristo y lo demuestren con sus vidas”.