La iglesia de Santa María (Villaviciosa de Odón) acogió el pasado 20 de julio un cariñoso, emotivo y multitudinario homenaje al sacerdote Álvaro Ojeda, que durante diez años ha sido párroco en la Parroquia Santiago Apóstol de esta localidad y que a partir de septiembre ejercerá su labor pastoral en Alcorcón.

El padre Álvaro dejará la comunidad parroquial que ha dirigido durante la última década para hacerse cargo de la Parroquia Nuestra Señora de La Saleta.

Mientras llega ese momento, el sacerdote irá despidiéndose de los habitantes de Villaviciosa de Odón, que el pasado 20 de julio llenaron el templo para despedirle con cariño y una gran pancarta de agradecimiento.

En la celebración, el párroco, visiblemente emocionado y agradecido por el acto que se celebraba en su honor, estuvo acompañado por el delegado diocesano de Cáritas, Jesús de Santos, y por otros sacerdotes de la localidad.

Estuvieron presentes también varias autoridades civiles, encabezadas por el alcalde de Villaviciosa, José Luis Pérez-Viu; los presidentes de las cuatro hermandades de la localidad (San Sebastián, Cristo del Milagro, Virgen de la Soledad y San Isidro); religiosas, como las de la Orden de San Vicente de Paúl, amigos y familiares.

Todos fueron ofreciendo muestras de cariño y gratitud al párroco, que recibió varios regalos. 

Un cáliz, un cuadro compuesto por pequeñas fotos tomadas de su paso por Villaviciosa de Odón y una placa conmemorativa fueron alguno de los presentes que recibió el padre Álvaro.

Durante su discurso de despedida, el alcalde le pidió al sacerdote que no se olvide de Villaviciosa de Odón, “como tampoco esta localidad madrileña, con seguridad, podrá olvidar la huella y el legado de D. Álvaro, quien tuvo la difícil papeleta de relevar al queridísimo D. Eladio”, señaló el regidor. 

El nuevo párroco de Santiago Apóstol y del templo de Santa María será el sacerdote diocesano Javier Romera