ordenados2016

Los sacerdotes de la Diócesis de Getafe han celebrado en la mañana del viernes 8 de mayo la fiesta de San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia y Patrono del Clero español, unidos espiritualmente a su obispo D. Ginés García Beltrán, a través del canal diocesano de YouTube

La celebración, retransmitida desde la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, comenzó con una introducción a cargo del obispo auxiliar D. José Rico Pavés en la que se recordaba la importancia de la fiesta del día y de la actualidad de las enseñanzas del santo para los sacerdotes.

A continuación tuvo lugar el rezo del Santo Rosario – contemplando los misterios dolorosos - en los que se leyeron textos del Santo que ayudaron a avivar la vocación de discípulos de Jesucristo.


En el primer misterio, la oración de Jesús en el Huerto, el texto del epistolario de san Juan de Ávila ayudó a los sacerdotes a ponerse en el lugar de María, la madre sufriente que se unió al Hijo en su dolor al ser crucificado “¿Qué sentiría cuando en sus brazos tuvo muerto al que conocía ser Hijo de Dios y suyo?”.
 
En el segundo misterio, la flagelación de Jesús atado a la columna, el texto de san Juan de Ávila introduce a los presbíteros en la contemplación del amor verdadero de Dios; un amor no exento de dolor, que debe ser probado como Cristo lo fue.
 
En el tercer misterio, la coronación de espinas, las palabras del doctor de la Iglesia animaron a los discípulos de Cristo a ser valientes y a entregarse y entregarlo todo por Él.


En el cuarto misterio, Jesús con la cruz camino del calvario, el texto de san Juan de Ávila invita a todos a no desfallecer ante las propias debilidades, pues Cristo ya conoce las flaquezas de cada uno y “más ama nuestra humilde confesión de nuestra falta que nuestro engreimiento en justicia”.
 
En el quinto y último misterio, la crucifixión y muerte de Jesús, san Juan de Ávila insiste en el sacrificio de la entrega total: “El mayor sacrificio que se puede hacer a Dios es ofrecerle cada uno a sí mismo” tomando como ejemplo la entrega del mismo Cristo y la de su madre María.
 
A continuación, se rezaron las letanías a la Virgen y la oración del papa Francisco para el mes de mayo de este año en el que se pide consuelo a María por todos los que están sufriendo el dolor, la enfermedad y la muerte por causa de la pandemia así como fortaleza y discernimiento para todos los que están en primera línea de batalla -enfermeros, médicos, celadores- y por aquellos que están intentando encontrar un remedio contra el virus.

Antes de la bendición con el Santísimo, D. Ginés quiso dirigir unas palabras a los sacerdotes -un pequeño grupo presente en la ermita, y más de un centenar participando en directo a través de youtube-. Beltrán les ha agradecido su cercanía al pueblo de Dios en el tiempo de pandemia, a pesar de las restricciones de movimientos. Su cercanía “en los hospitales, pues con los capellanes hemos estado todos. En los cementerios, en las casas de los fieles a través de una rica creatividad pastoral”.
El prelado ha resaltado la importancia de la unión de todos los sacerdotes que forman el presbiterio y la necesidad de una comunión más intensa y profunda.
Por último, ha recordado que -si se cumplen las condiciones para pasar a la fase 1 del desconfinamiento- la próxima semana -con todas las prudencias- se retomarán las celebraciones abiertas a todos los fieles.

 
“Madre de Dios y Madre nuestra, implora al Padre de misericordia que esta dura prueba termine y que volvamos a encontrar un horizonte de esperanza y de paz” terminaron rezando unidos los sacerdotes.
El encuentro virtual concluyó con la bendición con el Santísimo Sacramento y el canto de la Salve.