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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se trasladó el pasado 8 de mayo hasta la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles para llevar a la Virgen un ramo de flores en nombre de todos los madrileños y participar en la Santa Misa, en la que el obispo de la Diócesis de Getafe, D. Ginés García Beltrán, encomendó a las víctimas del Covid-19.
El prelado diocesano estuvo acompañado por el obispo auxiliar, D. José Rico Pavés, y por algunos sacerdotes y seminaristas que viven en el Cerro de los Ángeles.
D. Ginés comenzó su homilía saludando al auxiliar, a los sacerdotes y a los seminaristas, y dio la bienvenida con afecto y alegría a la presidenta y al consejero de Vivienda y antiguo alcalde de Alcorcón, David Pérez.
El prelado quiso destacar que “la eucaristía se ha convertido en estos días en la gran fuerza que mueve a muchos cristianos que, por las circunstancias, no pueden ir a los templos a profesar la fe públicamente, pero que sí la están viviendo en casa”.
“El Concilio Vaticano II nos recordó que la familia es la Iglesia doméstica y quizá nunca pensamos que la íbamos a vivir tanto como en estos días, cuando la familia se ha convertido en un verdadero lugar de fe”, destacó D. Ginés.
El obispo continuó alabando el esfuerzo de los sacerdotes por acercar las celebraciones a todos los rincones: “Esto ha hecho que la imaginación pastoral de muchos cristianos y de los sacerdotes tome un realce importante. Son muchas las personas que siguen la eucaristía conforme nos proponen las parroquias a través de los nuevos medios de comunicación por los que vamos transmitiendo. Por eso nuestra eucaristía es una eucaristía familiar, a la que se unen muchas personas de la Diócesis y de fuera de ella”.
En relación a la situación social que se está viviendo en los últimos dos meses, el prelado de la Diócesis de Getafe quiso tener palabras de condolencia hacia todos los enfermos y fallecidos.
“Como todos sabemos, el sur de Madrid ha sufrido, como muchos lugares, la pandemia, el coronavirus. Muchas personas han enfermado y muchas han fallecido. Nosotros, desgraciadamente, en este Madrid hemos puesto rostro a las víctimas de esta pandemia. Por eso nos toca mucho al corazón”, afirmó.
“Muchas familias de nuestras parroquias y de nuestro entorno están sufriendo las consecuencias de la enfermedad y de la muerte, y también las consecuencias económicas y sociales que está teniendo este momento”, recordó D. Ginés.
Ante el rostro de este sufrimiento, el prelado hizo una llamada a la confianza en Dios y a vivir los acontecimientos desde la fe: “Nosotros, ante esta situación, queremos responder con la fe. Queremos poner la fe en esta situación de dolor. La fe que es tan importante porque nos lleva a confiar, a esperar en Dios”.
“Sabemos que Dios no es la causa del mal, y con la misma fuerza sabemos que Dios está con nosotros, que nos acompaña y nos consuela, nos fortalece cuando sufrimos”, destacó García Beltrán.
D. Ginés recordó que Jesucristo es la imagen de Dios y el camino por el que se llega hasta Él: “¿Cómo podría el hombre llegar a Dios si no es a través de Cristo? El hombre por sí mismo no puede llegar a Dios”.
También hizo una invitación a todos los presentes a demostrar su fe con las obras y a pasar por el mundo haciendo el bien, como Cristo..
“Cómo nos gustaría que la Iglesia, en esta Diócesis de Getafe, pase por el mundo haciendo el bien, y en estos momentos mucho más. Cómo me gustaría que esta sociedad fuera una sociedad que hace el bien, que escucha, que dialoga, que se preocupa por los demás, que pone rostro a la pobreza”, dijo D. Ginés.
“Cuando pase todo esto y las cámaras se apaguen, tendremos que estar nosotros y tendrán que estar las autoridades civiles; la Iglesia y la sociedad para apoyarnos, para juntos salir adelante. El hombre es un ser creado para la esperanza y sabemos que unidos podemos generar esperanza y hacer que nuestro mundo sea mejor”, destacó el obispo.
“Después de una crisis grave podemos salir reforzados y mejores. Esto es lo que le pedimos al Señor y, como dice el Señor en el Evangelio, todo lo que le pidamos en su nombre, Él nos lo va a conceder, así que vamos a pedirle con valentía y decisión que nos dé un corazón nuevo, un corazón de esperanza, lleno de amor para responder con amor a las necesidades que se nos presentan”, subrayó D. Ginés.
Dirigiéndose a la presidenta de la Comunidad de Madrid, el obispo expresó que en la Diócesis se reza siempre por los dirigentes. “Pedimos para que el Señor os dé luz y fortaleza. Luz, porque sabemos que esto no es fácil, que hay dificultades, pero, señora presidenta, hay que ser valiente para asumir los retos, para pedir luz y para pedir fortaleza. Porque el Señor nunca deja sin ayuda”, expresó el obispo.
“La historia se escribe para quienes son capaces de asumir los retos con fe, con valentía, con esperanza, y son capaces de poner mucho amor, porque hay mucha gente sufriendo, hay muchos corazones rotos y gente que lo está pasando muy mal y necesita una palabra, un gesto una sonrisa o una llamada al móvil. Gestos sencillos”, aseguró D. Ginés.
“Nunca pensé que podría ser tan cálida la voz de las personas a las que queremos, y ahora que nos comunicamos por estos medios telemáticos, nos damos cuenta de lo importante que es ver a las personas y escuchar su voz. Hemos descubierto algo de la humanidad que habíamos perdido”, explicó con emoción el prelado de la Diócesis de Getafe.
D. Ginés concluyó la homilía pidiendo el consuelo de Nuestra Señora de los Ángeles: “La Virgen santísima nos mira desde este Cerro con misericordia; nos mira y nos consuela, y a ella acudimos cada día para pedirle que vuelva a nosotros sus ojos misericordiosos y nos acompañe”.
Al final de la celebración, el obispo bendijo una pequeña estatua del Sagrado Corazón de Jesús que las carmelitas habían regalado a la presidenta de la Comunidad de Madrid.