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El obispo D. Ginés García Beltrán presidió en la tarde del martes 30 de junio una misa funeral por las víctimas del Covid -19 fallecidas en el arciprestazgo de Leganés.

La eucaristía que se celebró en la Parroquia Nuestra Señora de Zarzaquemada contó con la presencia del párroco y vicario episcopal de Pastoral Caritativa y Social, Aurelio Carrasquilla, del arcipreste, Cruz Gonzalo López Palomo y de algunos de los sacerdotes de las 16 parroquias que hay en Leganés.

Asistió también el alcalde de la localidad, Santiago Llorente, miembros de la corporación municipal y de distintos grupos políticos, y de los cuerpos de seguridad del Estado que quisieron rezar unidos a los fieles por las víctimas de la pandemia de esta localidad.

Leganés ha sido uno de los municipios del sur de la Comunidad de Madrid más golpeados por esta enfermedad. A finales de mayo ya se contabilizaban más de 650 muertos fallecidos en residencias y hospitales.

Fue una celebración cargada de emociones y presidida también por la imagen de la patrona de Leganés, la Virgen de Butarque ataviada para la ocasión con crespón negro sobre la medalla de la ciudad, y por la reliquia de San Nicasio.

El obispo de Getafe comenzó su homilía con unas palabras de ánimo y consuelo dirigidas a los familiares de los fallecidos: “aunque ahora no podemos abrazarnos, sentid mi abrazo que es el abrazo de la Iglesia a cada uno de vosotros”.

“La pandemia ha azotado de un modo especial a todo el sur de Madrid, y a este pueblo de Leganés donde ha habido tantísimas víctimas” señaló el prelado, quien continuó subrayando la necesidad de buscar el apoyo en la fe y en Jesucristo: “porque es el único que tiene una respuesta para el sufrimiento, para el dolor y para la muerte. Sino esto es una tragedia y no sirve absolutamente para nada”.

Las palabras de D. Ginés han sido una llamada a la esperanza en medio de ese sufrimiento “el virus, la pandemia, nos ha podido robar la vida de nuestros seres queridos, a muchos les ha robado la salud, lo que no nos puede robar es la esperanza”.

La celebración concluyó con una emotiva lectura de casi 80 nombres de diferentes fallecidos en toda la ciudad que habían sido comunicados desde las diferentes parroquias de Leganés.