La Parroquia Nuestra Señora de la Asunción (Chinchón) celebró el pasado domingo la fiesta en honor de Santa María Madre y Reina de la Misericordia con una eucaristía solemne.
La misa estuvo presidida por el párroco Pedro Chaparro y a ella asistió el alcalde Francisco Javier Martínez, y la corporación municipal. También participó el Hermano mayor, Miguel
Ángel Laguna y la Junta de gobierno de la Hermandad de la Misericordia, así como un gran número de fieles de la localidad.
En su homilía el párroco explicó las lecturas del día y habló de la misericordia divina de la que goza de forma privilegiada la Virgen María.
“En el Magníficat María alaba a Dios porque su misericordia llega a sus fieles de generación en generación” subrayó el sacerdote que continuó comentando el Evangelio de la caridad cristiana y la corrección fraterna.
“Esa corrección al hermano tiene que llevarse a cabo con entrañas de misericordia lejos del juicio y de la crítica siempre buscando el bien del otro y favoreciendo la comunión dejando a un lado lo que separa y divide y fomentando lo que une. Siguiendo el consejo de San Pablo a los romanos: "A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley"” insistió Pedro Chaparro.
Después de la comunión el Hermano mayor –Miguel Ángel Laguna- hizo una reseña histórica con motivo de los 400 años de la fundación del Hospital de la Misericordia y la presencia de la imagen en Chinchón.
“En 1620, D. Diego el Recio García fundaba el Hospital y la capilla de éste bajo la advocación mariana de Nuestra Señora de la Misericordia” recordó Laguna
La eucaristía terminó con la veneración y el canto del himno a la Virgen.