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La parroquia San Salvador, ubicada en el municipio de Leganés, ha comenzado las obras de restauración que contemplan profundas intervenciones en el interior y en el exterior del templo.

El proceso de restauración pretende conseguir la reparación de las patologías que se han ido presentando en el edificio en el transcurso de los años por la acción del tiempo, por algunas actuaciones no adecuadas y por el desarrollo urbano en el entorno del edificio.

También se quieren actualizar las instalaciones existentes que se encuentran en estado muy deficiente, algunas obsoletas y otras que no cumplen las normativas vigentes.

El párroco Jaime Pérez-Boccherini ha comunicado a sus feligreses que ésta es una buena noticia ya que “ha sido constante mi deseo, junto con el de toda la feligresía y de gran parte de la ciudad, de encontrar el modo de comenzar las actuaciones de reconstrucción del templo, que marcarán seguramente su supervivencia y su fisonomía para las décadas venideras”.

El presupuesto del proyecto, financiado entre el Ayuntamiento de la localidad, la Diócesis de Getafe y la Comunidad de Madrid, y llevado a cabo por los arquitectos José Santos Torres y Pedro Jaén Diego, asciende a más de tres millones de euros.

Las obras parten de un estudio arqueológico y asegurando la protección de todo el patrimonio artístico e histórico contenido en el templo, ya que en su interior destacan los tres impresionantes retablos de José Benito de Churriguera, y también conserva en sus paredes doce lienzos de pintura exclusivamente religiosa siendo el más importante el Retrato de San Pedro de Arbuses.

A partir de ahí se acometerá el recalce de la torre y del cerramiento del cuerpo de la sacristía, se desmontará toda la cubierta respetando el maderamen original en lo posible, la teja árabe se desmontará para su recuperación y bajo ella se colocará una placa impermeable.

En cuanto a las fachadas, se limpiarán, se repararán las grietas, se sustituirán los ladrillos descompuestos, y se aplicarán protecciones e hidrofugado impermeabilizante.

En cuanto al interior del edificio, que es la intervención más delicada y meticulosa, se va a proceder a la restauración de las bóvedas, saneado de todas las zonas afectadas por las fracturas, grietas por asentamientos y desplazamientos, tratamiento de humedades y reproducción de las molduras de escayola fracturadas.

Todas las intervenciones serán controladas por equipos de arqueólogos, por si aparecieran vestigios históricos dignos de mención o estudio; si esto fuera así se pondría en conocimiento del organismo competente de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Leganés.

Los pavimentos existentes serán levantados con el fin de recuperar la traza original que se diseña en un plano original del año 1655 que se encuentra dentro del recinto de la Iglesia. 

También se quiere rehacer íntegramente toda la instalación eléctrica y dotar al templo de un adecuado sistema contra incendios.

Debido a estas obras, a partir del próximo 19 de octubre se suspenderán las celebraciones en el templo y se cerrará el recinto. 

Para Jaime Pérez-Boccherini, el  párroco, “esta reconstrucción física resulta ser como una metáfora de la edificación espiritual de la comunidad parroquial a la que todos sus participantes estamos llamados”.

La vida parroquial continuará su andadura en la vecina iglesia de Nuestra Señora de Butarque, en la que ejerce de párroco Carlos Tovar.