El obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, presidió el pasado miércoles 7 de octubre una eucaristía en la Parroquia San Isidro (Leganés) en el marco de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
D. Ginés hizo una llamada al amor fraterno en la Iglesia: “una llamada para ver a la otra persona como a un hermano. No como un competidor en el trabajo” y continuó “nosotros no podemos acabar con el paro y dar trabajo a todo el mundo, pero es nuestro deber denunciar situaciones de injusticia en el mundo del trabajo”.
Haciéndose eco de unas palabras del Delegado diocesano de Pastoral Obrera, Rubén Mateos, con respecto a la Jornada, señaló: “Nos somos un sindicato. Somos la iglesia y con ese carisma propio de los cristianos es como nos tenemos que posicionar en el mundo del trabajo”.
Ante la situación actual y el más que previsible aumento del paro que se va a producir, D. Ginés hizo una llamada a la reflexión de toda la iglesia para estar preparados para dar acogida a tantas hermanas y hermanos que sufren y van a sufrir la realidad del paro: “si tenéis alguna propuesta o idea, no dudéis en compartirla en vuestras comunidades”.
El prelado diocesano estuvo acompañado del vicario episcopal de pastoral caritativa y social, Aurelio Carrasquillas y del clero parroquial.
El acto contó además con la participación del delegado de Pastoral Obrera, Rubén Mateos y de algunos miembros de las delegaciones implicadas en la preparación de la jornada en la Diócesis de Getafe como la Hermandad Obrera de Acción Católica, Cáritas, Confer, Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica y Juventud Obrera Cristiana.
En el transcurso de la celebración también se leyeron las peticiones referidas a la Jornada: primero, por la Iglesia, “lugar de acogida de los que se sienten solos, de los que sufren, los parados y todos los abandonados, para que en ella todos los que no tienen lugar encuentren en ella la fraternidad y el amor que necesitan”.
Se rezó por los cristianos, “para que, con nuestro vivir solidario, cercano a todos, abramos caminos de esperanza en medio del dolor y la desesperación”.
Y también se pidió por las familias trabajadoras que carecen de lo más esencial; por los niños que viven en ellas, por la falta de una vida digna; por los jóvenes que carecen de trabajo, los que han abandonado sus estudios, que no ven futuro en sus vidas y son explotados en trabajos precarios, y por los muertos, víctimas del trabajo precario y de la pandemia.
La celebración terminó con la lectura del manifiesto por el trabajo decente.
La eucaristía marcó el punto culminante de una semana de actividades organizadas por las entidades mencionadas y que estaban orientadas a provocar la reflexión sobre la necesidad del trabajo decente, digno y bien remunerado.
Una de ellas fue la preparación de unas pancartas para situar en las fachadas de los templos u otros lugares, con el objetivo de hacer visible el lema de la Jornada ‘Iglesia por el trabajo decente’ e invitar a la reflexión de los fieles que las viesen.
Desde la Delegación también propusieron que cada persona saliera a caminar o a correr con un dorsal que hiciera visible la jornada y pusiera ‘Nos movemos por el trabajo decente” .
Hasta once parroquias (San Fortunato, San Eladio, La Saleta, Sta. Sofía, Ntra. Sra. Zarzaquemada, Verbo Divino, San Rafael, Pio V, Ntra. Sra. de la Paz, San Isidro Labrador y Sta. Teresa del Niño Jesús) se han sumado a las actividades. Y se han realizado más de 100 Km con el dorsal por el trabajo decente.
