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El jueves 15 de octubre, fiesta de Santa Teresa de Jesús, falleció a la edad de 58 años y después de una larga enfermedad, Manuel Velo, secretario de la Delegación diocesana de Enseñanza de Getafe, y profesor de Religión durante 25 años.

Para rezar por el eterno descanso de su alma, el obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, presidirá una eucaristía en la Basílica del Sagrado Corazón, en el Cerro de los  Ángeles, el jueves 22 de octubre, a las 19.30 horas.

Natural de  Valencia de Alcántara (Cáceres) Manuel era muy conocido en la Diócesis de Getafe, donde desarrolló una intensa labor pastoral, no sólo a través de la Delegación de Enseñanza sino también en la Parroquia Santos Justos y Pastor (Parla) donde participaba en el grupo de Liturgia.

Teólogo de carrera, fue durante un tiempo misionero en Mozambique, vocación que también llevó a cabo en la evangelización de los jóvenes de la Diócesis.

El mismo Manuel habló de su misión como docente en un reciente vídeo que puede verse aquí: 

El delegado diocesano de Enseñanza, Javier Segura, destaca que Manuel es “uno de esos 'santos de la puerta de al lado' que dice el papa Francisco. Un hombre culto y humilde a la vez, servicial y discreto, sabio y sencillo. Y sobre todo un hombre profundamente religioso, con una vivencia espiritual profunda”.

manuelveloestatweb“Para mí ha sido un regalo de Dios poder trabajar con él, codo con codo, en estos años en los que he estado de Delegado de Enseñanza. He aprendido mucho de él y sin duda ha sido uno de los grandes regalos que Dios me tenía preparado en esta etapa madrileña de mi vida” señala Javier.

“Pero más allá de lo que emocionalmente haya supuesto para mí, lo realmente importante para todos los que le hemos conocido es cerciorarnos una vez más, que la santidad es posible, que cambia el mundo, que hace a Dios cercano y palpable” destaca Segura, y añade “a los que leáis estas líneas me gustaría animaros a que demos el paso valiente de creer en el Evangelio y de encarnarlo en nuestras vidas. Sé que hoy tenemos un intercesor al otro lado de la orilla que nos alienta con su ejemplo y nos arrastra con su intercesión”.