Álvaro de Riba Soler, miembro de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, y ordenado sacerdote en Toledo por D. Francisco Cerro el pasado 19 de julio, celebró su primera misa de acción de gracias en la Basílica del Sagrado Corazón del Cerro de los Ángeles, en la mañana del lunes 20. 

Álvaro junto con Ignacio Mª Manresa Lamarca e Ignacio Noriyasu Watanabe -párroco y vicario parroquial- miembros también de esta Hermandad, se incorporan a la Diócesis de Getafe y atenderán por encargo del obispo D. Ginés García Beltrán, la Parroquia Sagrado Corazón (Alcorcón), en el nuevo curso pastoral.

En su primera celebración en la Diócesis de Getafe, el nuevo presbítero se mostró profundamente agradecido al Señor por la elección que realizó sobre su persona y por el destino que ahora le encomienda y recordó su pasado pecador, su transformación gracias al Señor y su vocación de servicio de la Iglesia a través de los sacramentos y como instrumento de evangelización.

También quiso destacar el profundo amor del corazón de Cristo y “cómo nuestra vida consiste en la amistad con Él. Amor misericordioso que se entrega gratuitamente, que se nos dona y sólo nos pide que nos dejemos transformar por él”.

Recomendó a todos los fieles asistentes a la celebración de ese día que recurran al poder de la oración “como camino para conocer la profundidad de Su amor” y a la intercesión de la Virgen María “modelo para penetrar en el manantial del corazón de Cristo”.

Álvaro de Riba,  joven barcelonés de 25 años, ha llegado a la Diócesis con mucha ilusión: “me siento ahora un privilegiado ya que en esta Diócesis está el monumento al Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles” y destaca que también ha sido gracias a la divina Providencia el destino en esta parroquia de Alcorcón “que precisamente está dedicada al Sagrado Corazón y donde podré servir a la Diócesis de Getafe y trabajar por llevar el amor del corazón de Cristo a todas las almas que se me encomienden”.