Una treintena de jóvenes de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción (Valdemoro) han disfrutado de la experiencia de la escuela de verano organizada por el vicario parroquial Patxi Bronchalo, en Gavilanes (Ávila), durante diez días.
Desde el 21 al 30 de julio -pertrechados de mascarillas y gel hidroalcohólico-, han podido vivir un campamento diferente, preparado por ellos y para ellos, en el que no ha faltado la visita del obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán.
El prelado diocesano se acercó hasta ese bello paraje natural el pasado domingo 26 de julio para vivir una intensa jornada de convivencia y compartir algunas reflexiones que ayudaran a mejorar la vida cristiana de los jóvenes participantes.
“Si es verdad aquello de que sin el domingo no podemos vivir, queríamos que el domingo en nuestra Escuela fuese algo diferente, que se notase y que no olvidásemos” señala Bronchalo.
Con D. Ginés compartieron un coloquio de preguntas de todo tipo. Los jóvenes querían saber desde cuál era su equipo de fútbol, a cómo vivir adecuadamente un noviazgo o la vocación consagrada.
Con él celebraron también la misa, y el prelado en su homilía quiso animar a los jóvenes a desprenderse de todo “para conseguir el tesoro escondido”, y a preguntarse“quién ha puesto ahí ese tesoro para que lo encuentren”.
“Fue un domingo especial” continúa Bronchalo “con gazpacho y paella para comer, preparado por tres cocineros voluntarios, una de ellas profesional”.
Después de la comida hubo un tiempo para actuaciones. Los chicos que se habían apuntado para aprender canto demostraron que progresaban adecuadamente, y los que querían aprender pintura regalaron al obispo un cuadro que habían hecho para él, mostrándole algunos de los que estaban más orgullosos.
“Sin duda un domingo intenso que los jóvenes no olvidarán”, destaca Patxi.
En estos días de Escuela y campamento los participantes han tenido oportunidad de rezar, aprender y divertirse. Las jornadas se han distribuido entre las horas de clases por la mañana, según diferentes opciones que han podido elegir: filosofía, afectividad y sexualidad, y Catecismo y los talleres de música y de pintura y una charla formativa de temas diversos, por las tardes.
Lo fundamental era compartir tiempo, juegos, oración y amistad.
