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El pasado sábado 6 de marzo los miembros del Foro Mariano junto con los adoradores de la Diócesis y los seminaristas se unieron en una gran vigilia de oración por las vocaciones que se celebró en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús (Cerro de los Ángeles) y que estuvo presidida por D. Ginés García Beltrán.

El acto comenzó con el traslado privado de una imagen de la Virgen María,  desde el Convento de las Carmelitas Descalzas hasta la Basílica, donde el sacerdote Agustín Giménez, coordinador del Foro Mariano diocesano, impartió una catequesis sobre María.

Giménez destacó la figura de María como “nuestra Madre Corredentora, Mediadora de toda Gracia y Abogada”.

También habló de los cuatro dogmas proclamados sobre María: “su perpetua virginidad; su divina maternidad; su inmaculada concepción y su asunción al cielo” y terminó con una invitación a una nueva catequesis y al rezo del santo Rosario el próximo 3 de abril.

Acto seguido se rezó el santo Rosario de Antorchas en la Basílica, organizado por el Foro Mariano, y las vísperas que precedieron a la celebración de la misa presidida por el obispo D. Ginés García Beltrán y concelebrada por el rector del Seminario, Jesús Parra y el coordinador del Foro Mariano diocesano, Agustín Giménez, entre otros sacerdotes.

En su homilía, D. Ginés agradeció la asistencia de todas las secciones de la Adoración Nocturna diocesanas; de la representación de ANE Madrid y de  la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, así como de todos los participantes en el acto. 

“Cada año la Adoración Nocturna celebra una vigilia de adoración y oración por el Seminario. Estamos reunidos aquí esta tarde en la Basílica del Cerro de los Ángeles para rezar por las vocaciones sacerdotales, por la perseverancia de los llamados” subrayó el prelado. 

En referencia al tiempo litúrgico D. Ginés indicó: “la cuaresma en un camino de renovación de nuestro bautismo”, y destacó la importancia de la eucaristía en la vida de todo cristiano: “es en la eucaristía donde está la verdadera presencia de Dios, donde tenemos que adorar a Dios”.

Después de la misa se expuso el Santísimo, se establecieron los turnos de vela y a continuación se realizaron las oraciones finales y el rezo de Completas presididas por los seminaristas.

La vigilia terminó con la bendición, la reserva y unas palabras de despedida del presidente diocesano de la Adoración Nocturna, José María Pérez, agradeciendo a todos la asistencia y colaboración y recordando, una vez más, las medidas sanitarías a tener en cuenta para la salida en orden del recinto.