El obispo diocesano D. Ginés García Beltrán presidió la clausura del cursillo de Cristiandad número 117 que se celebró durante el fin de semana del 18 al 21 de marzo en la Casa de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, en Ciempozuelos, y que reunió en torno a Jesucristo a una treintena de personas llegadas desde distintos puntos de la Diócesis de Getafe.
El prelado agradeció la labor evangelizadora de este movimiento diocesano “siempre a la vanguardia” y se emocionó con los testimonios de conversión compartidos por algunos de los cursillistas donde se reflejaba el amor de Dios por sus hijos.
D. Ginés invitó a los presentes a “ser fermento en cada ambiente” y, al referirse a los nuevos participantes, les pidió “sed valientes para anunciar a Cristo y llevad esa llama del Amor de Dios que habéis recibido en este cursillo a vuestras familias y a vuestros trabajos”.
Los nuevos cursillistas manifestaron que, aunque se habían acercado al cursillo con cierto escepticismo, al ir pasando los días se abrieron a la Gracia y acabaron sintiéndose hermanos de Cristo y miembros de su Iglesia.
“Ojalá lo hubiéramos hecho antes” declararon algunos, al término del cursillo.
El cursillo se desarrolló en un clima de alegría y de fe, en el que “los nuevos hermanos se encontraron por primera vez con el Señor o se reencontraron con Él después de un tiempo alejados” explica uno de los organizadores.
“La alegría es mayor cuando se consigue superando los obstáculos que la pandemia nos pone, como ha ocurrido en esta ocasión” concluye.
