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El sacerdote Ignacio Carbajosa, catedrático de Antiguo Testamento en la Universidad San Dámaso,  fue el encargado de la conferencia destinada a los discípulos misioneros el pasado sábado 20 de marzo.

La charla se centró en analizar distintos puntos de ‘La pedagogía divina del Antiguo Testamento’ partiendo de la manera de comunicar la fe.

Carbajosa señaló cómo “muchas veces quiero evangelizar o hablar de nuestra fe como algo que construyo yo, y eso nos asfixia, porque vamos con miedo a ese momento, porque queremos tener todas las respuestas” y explicó que “no nos damos cuenta de que Dios ya ha tomado la iniciativa en mi historia; va delante y es importante ver que Dios es el que me ha conquistado a mí, el que ha salido a mi encuentro y eso se ve perfectamente en el Antiguo Testamento”.

En ese mismo sentido el ponente añadió que “es Él quien actúa en nuestras vidas y nuestra misión es reconocer que Él nos precede en el camino”.

“Mi trabajo es reconocer lo que pasa, reconocer que Dios está en mi vida y actúa en mi vida, lo cual es un descanso” insistió el sacerdote

A través del análisis de esa pedagogía de Dios el conferenciante también habló de la manera en la que el hombre debe mirar su propio pecado, su infidelidad hacia el Señor “teniendo en cuenta su respuesta de amor, lo cual cambia radicalmente nuestra relación con Él”.

Por último también habló del deseo del hombre, presente a lo largo de todo el Antiguo Testamento “un punto muy novedoso” y explicó que “la pedagogía de Dios, que se observa en el AT parte del deseo del hombre”.

“El deseo, una parte importantísima de nuestra vida, forma parte de la historia de la salvación,  de la historia de amor de Dios hacia el hombre”.

Después de la conferencia hubo un tiempo para comentar algunas ideas y plantear dudas al conferenciante que resultó profundamente esclarecedor.

Este encuentro formativo está destinado a padres, profesores, catequistas, sacerdotes, educadores, y todos aquellos que tengan el deseo de comunicar la fe de un modo más incidente y actual.

El plan para discípulos misioneros se desarrollará en los próximos tres-cinco años, y acompañará el desarrollo y puesta en práctica del Plan Diocesano de Evangelización.