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La Parroquia nuestra Señora de la Asunción (Móstoles) acogió el pasado lunes 24 de mayo una asamblea presidida por el obispo D. Ginés García Beltrán en el que varios fieles compartieron su testimonio de vida y también plantearon dudas y preguntas al pastor.

El párroco, Pablo de Haro, realizó las presentaciones de cada uno de ellos con una pequeña introducción de sus historias.

“Cada testimonio es un hecho de vida que el Señor nos regala para llenarnos de sabiduría” subrayó De Haro.

Arancha Aguado fue la primera de las personas que compartió su historia vital, hablando de su situación de enfermedad –en tratamiento de cáncer-, la fuerza que recibe del rezo del Rosario ante cada prueba y también su encuentro con una inmigrante en el hospital a quien tuvo que llevar una palabra de esperanza ante el sufrimiento.

Beatriz Escalonilla, casada con Manuel Bouzas y madre de tres niños, compartió su encuentro con el Señor y su forma de vivir varias circunstancias adversas como la situación de desempleo de su esposo y otras  derivadas de la maternidad.

José Jordán narró cómo ha ido superando muchas dificultades a lo largo de su vida, su enfermedad, su edad, y ha ido observando la mano de Dios en cada uno de los acontecimientos que ha vivido.

Después de los testimonios empezó el turno de preguntas al obispo D. Ginés en el que, entre otras cuestiones, se le plantearon dudas sobre la crisis provocada por la pandemia ante la muerte de personas queridas, la necesidad de cambiar la expresión de la religiosidad popular o la eutanasia.

Ante todas las preguntas y las dudas, D. Ginés invitó a vivir con esperanza y a valorar los gestos de cercanía que las personas tienen unas con otras y a las personas mayores,… y señaló que hemos aprendido que, “si mala es la pandemia, no aprender de esta pandemia será mucho peor. Nos tiene que ayudar a poner lo esencial donde está”.

También destacó el prelado, en respuesta a los efectos de la pandemia en las asociaciones y en su forma de vivir la fe, que “en la fe popular no hay que quedarse en lo puramente externo, y el Señor nos ha regalado este tiempo para que las hermandades y cofradías ganen en interioridad”.

En cuanto a la ley de la eutanasia, cuestión planteada por el grupo de jóvenes parroquial, el obispo respondió que “estamos ante un plan a largo plazo, que además de inmoral es perverso y que no tiene marcha atrás, porque es una ley que aprueba la izquierda pero que no revoca la derecha”.

“Los cristianos tenemos dos modos de actuar, o reaccionando ante un poder que siempre es más grande que nosotros o creando un mundo nuevo, una sociedad nueva con nuestras propuestas” insistió D. Ginés.

“Matar nunca es la solución, la muerte nunca es la solución y todo el mundo sabe que si en vez de invertir en la eutanasia, invirtiéramos en una ley de cuidados paliativos, no conozco a nadie que quisiera morirse. Lo que no queremos es sufrir. Y lo que no podemos permitir es que una persona mayor o enferma piense que es un estorbo para la sociedad o para su familia y que cuesta mucho dinero” declaró el prelado.

“Hay que propiciar una ley de cuidados paliativos donde la gente no quiera morirse ni pedir la muerte y desde abajo, desde la infancia, crear una cultura de la vida y una imagen del hombre que impida que quiera pedir la muerte” continuó.

“Y hacer el testamento vital que la CEE acaba de aprobar. Ahí es donde hay que poner que rechazas la muerte y que al mismo tiempo quieres tener una atención espiritual. Si todos hacemos un testamento vital rechazamos la eutanasia” propuso el obispo. 

Se puede visualizar el encuentro completo en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=gjrsH2m3jg4