ordenados2016

El Cerro de los Ángeles acogió el pasado domingo 30 de mayo, solemnidad de la Santísima Trinidad, el encuentro del obispo diocesano D. Ginés García Beltrán, con los nuevos miembros de su Iglesia -los hermanos recién bautizados en la Vigilia Pascual- y con sus catequistas.

Este año el prelado no había podido compartir la tarde del Domingo de Ramos con los catecúmenos, como era costumbre, antes de recibir los sacramentos de la iniciación cristiana y por eso este encuentro resultó especialmente emotivo.

Recordemos que este año fueron 30 los elegidos que recibieron el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, en dos celebraciones de la Vigilia Pascual – una en la Catedral Santa María Magdalena y otra en  la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en el Cerro de los Ángeles-.

D. Ginés quiso escuchar y conocer personalmente a cada uno de los neófitos, que con generosidad  le abrieron su corazón para hacerle partícipe de la historia de amor que Dios está tejiendo en sus vidas. 

Admirado y conmovido por la alegría y la sencillez con que cada uno compartía su llamada de Dios a la conversión, originales todas, dio gracias por lo que él denominó: "la frescura de nuestra fe". 

“Una fe que había sido impulsada por la Virgen María, que como Madre sabe acercar a sus hijos al Hijo” señaló el obispo. 

A pesar de que estamos en una sociedad con valores anticristianos, el prelado reconoció que ellos son un signo y testimonio más de esperanza y destacó que mucha gente se está acercando a la Iglesia y que cada vez hay más niños que se apuntan a la clase de religión. 

“En nuestra Diócesis en torno a 1000 niños piden anualmente el Bautismo porque quieren hacer la Primera Comunión” remarcó D. Ginés.

El obispo para concluir les instó a querer mucho a la Virgen María y a ponerse siempre bajo su protección, pues “aun en las dificultades, Ella siempre les llevará al Señor, porque es la mejor evangelizadora”.