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Más de 70 instituciones religiosas anunciaron una desinversión a combustibles fósiles que asciende a los 4,2 mil millones de dólares, mientras que cientos de miles de creyentes hacen llegar su reclamo a los líderes mundiales mediante una petición.

El anuncio de desinversión  se ha producido a cinco días del comienzo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) de Glasgow y a cuatro de la Cumbre de Líderes del G20 de Roma que reunirá a los representantes de las veinte economías más importantes del mundo, se hizo pública la mayor desinversión conjunta realizada por organizaciones religiosas.

La noticia se produce tras el reciente llamamiento que el Santo Padre, junto a otros líderes religiosos, realizó a los gobiernos mundiales para que aborden la “crisis ecológica sin precedentes”, y luego que miles de católicos de todo el mundo firmaran la petición Planeta Sano, Gente Sana a través de la web thecatholicpetition.org, impulsada por el Movimiento Laudato Si y más de 300 organizaciones, para reclamar a los asistentes a la COP26 medidas urgentes y ambiciosas sobre la crisis ecológica que vivimos actualmente.

Según el informe, publicado el 26 de octubre, más de 1.485 instituciones, con activos combinados que ascienden los 39 billones de dólares, han realizado algún tipo de compromiso de desinversión en los últimos años, que incluyen compromisos totales o parciales. Las instituciones religiosas representan más del 35% del total. A la par, más de 100 mil personas ya se unieron a la peticióndirigida al presidente de la COP15, Li Ganjie, al presidente de la COP26, Alok Sharma, y todos los líderes políticos que participaran de estos encuentros. 

Tomás Insua, Director Ejecutivo del Movimiento Laudato Si', dijo: "Las personas de fe están desinvirtiendo a gran escala del carbón, el petróleo y el gas sucios, exigiendo al G20 en Roma que concluya finalmente que no hay futuro para la financiación de los combustibles fósiles. Como dijo el Papa Francisco ʻbasta de la sed de beneficios que impulsa a la industria de los combustibles fósiles a destruir nuestra casa comúnʼ", e invitó a todos los fieles a sumarse a este reclamo firmando la petición dirigida a los líderes participantes de la COP26.

Va en línea con la recomendación realizada por el Vaticano en el año 2020 a través de un documento publicado con motivo del quinto aniversario de la Encíclica Laudato Si, en el cual se aborda la necesidad de proteger la naturaleza, la vida y las personas indefensas abandonando estas inversiones para apostar por soluciones climáticas. 

“La crisis climática y el colapso de la biodiversidad son crisis paralelas. Un mundo que se calienta está exacerbando la espiral de pérdida de especies inocentes. Y una mayor pérdida de naturaleza pondrá en peligro nuestra capacidad para cumplir el límite de 1,5 grados del calentamiento global. Nos estamos precipitando hacia una catástrofe global, que parece ser irreversible para nuestra casa común, con una trágica pérdida de vidas en toda la creación, a menos que actuemos ahora con gran urgencia.” explica la petición “Planeta Sano, Gente Sana”.