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El periodista y director editorial de Cope, José Luis Restán, y el vicario episcopal de Apostolado Seglar, Jaime Bertodano, fueron los protagonistas del encuentro ‘La Iglesia hoy en Getafe’ que organizó la Delegación diocesana de Apostolado Seglar con motivo del Año de la Sinodalidad y que tuvo lugar en la Parroquia Santa Maravillas de Jesús (Getafe) el pasado jueves 28 de octubre.

Moderados por el delegado de esta área pastoral, José Fernández Crespo, ambos conferenciantes disertaron sobre los temas que éste les iba proponiendo: comunicación y evangelización, vocación del laicado y misión, con una mirada a la Diócesis de Getafe, a la Iglesia y a la sociedad en un momento actual marcado por la pandemia del coronavirus.

José Fernández  comenzó con una breve presentación de los ponentes y con el anuncio de futuras actividades que va a llevar a cabo la Delegación de Apostolado Seglar y que se irán anunciando según se vayan programando.

En respuesta a los temas propuestos y en diálogo con Jaime Bertodano, José Luis Restán subrayó la necesidad de anunciar el Evangelio “no se puede reducir el anuncio del acontecimiento cristiano” pero adaptándolo a cada medio de comunicación y de expresión “al continente digital del que habla el papa Francisco” que está en continuo cambio y evolución.

Recordando las palabras del santo Padre Francisco en su viaje a Eslovaquia subrayó que “necesitamos aprender nuevos alfabetos de la comunicación” sin olvidar que todos somos comunicadores y, al mismo tiempo, consumidores de información y “la comunidad cristiana tiene que educarse en el discernimiento adecuado de todo lo que llega a través de los medios con una mirada desde la fe”.

Además, señaló que el cristiano no puede dejar de comunicar a Cristo, de “proponer una vida nueva a través del encuentro personal con el otro. Una vida nueva que responde a la necesidad profunda que existe en el corazón de cada hombre”.

En cuanto a la época que nos ha tocado vivir, marcada por la pandemia, en la que el hombre se ha sentido solo y con miedo, el periodista de Cope, recurrió a las palabras de san Juan Pablo II: “No tengáis miedo”, y al testimonio de este Papa que se enfrentó al comunismo y “que marcó la vida de muchos jóvenes de su época”, entre ellos, el propio Restán.

“Tenemos miedo porque vivimos en una sociedad que nos inunda de imágenes que cada vez están más lejos de la realidad y necesitamos acercarnos a lo real. Cuando aterrizamos nuestra experiencia de fe en la familia, en la comunidad, en la experiencia diaria, el miedo adquiere otra dimensión”, señaló José Luis.

“Además, si uno vive la fe como miembro de una comunidad eclesial, como miembro del cuerpo de la Iglesia, se siente más fuerte, no está solo, y el miedo se relativiza” añadió.

En este sentido, y haciendo referencia al Año de la Sinodalidad en el que se invita a los laicos a “caminar juntos” el director editorial de Cope, invitó “a una participación en la Iglesia, activa”.  

“Participar no es estar en los órganos directivos o consultivos, o hacer muchas actividades, sino vivir con plena conciencia la propia fe, donde nos toca estar, en sus tres dimensiones: caridad, cultura y misión. Caridad como abrazo real al otro -que cura, que sana al otro-, que sale a nuestro encuentro; cultura, que implica una mirada especial de ver y entender la realidad -tenemos que dar el debate cultural- y misión, porque somos misioneros en cuanto que bautizados, donde estemos” explicó.

Por último el periodista quiso resaltar el papel protagonista que tiene la familia en la evangelización como “Iglesia doméstica” y subrayó que “la mayoría de la gente joven ya no se casa y que el solo hecho de que exista la familia, ya es un gesto provocador, ya cuestiona a la sociedad que no concibe esa relación de fidelidad, de amor, de comprensión, de perdón y donación que subsiste en el tiempo”.

“La familia cristiana es un desafío y un interrogante en sí mismo” destacó.

Por su parte, el vicario episcopal de Apostolado Seglar, Jaime Bertodano, realizó una panorámica de la evolución de la Diócesis de Getafe en estos treinta años de existencia resaltando el crecimiento exponencial de la población que ha exigido la creación de muchas parroquias y una intensa labor pastoral.

Destacó que “no hay que olvidar que además de grandes núcleos urbanos hay también una población rural que hay que cuidar. Una de cada tres parroquias de la Diócesis está en zona rural”.

Relató brevemente cómo ha ido creciendo la Diócesis “con la creación del Seminario, las delegaciones, las nuevas vicarías” y cómo se ha ido atendiendo a la población joven, a la que iba envejeciendo, a la inmigración –con un número actual de más de 200.000 inmigrantes- subrayando los desafíos futuros que “hay que afrontar con esperanza” como el problema del desarraigo, la falta de identidad y de vínculo, la increencia o la división.

“Queremos que la gente que llega a la Diócesis de Getafe encuentre en la Iglesia un hogar” remarcó Bertodano.

Para referirse a la situación actual, años marcados por la enfermedad, el miedo o la soledad, Jaime recurrió  a la expresión “no soy catastrofista, soy apocalíptico” para explicar que apocalipsis significa “revelación” y que el cristiano “es capaz de ver una revelación en los acontecimientos de la historia, incluso donde hay miedo. Hay que interpretar la historia a la luz de la fe”.

En cuanto al Año de la Sinodalidad el vicario de Apostolado Seglar subrayó que “es esencial la participación de los laicos en la Iglesia y hay que reforzarla”, añadiendo que “no sólo hay que participar en los distintos órganos que tiene la Iglesia sino donde el Señor nos pone en el día a día” porque “la vocación del laico es participar en la vida de la Iglesia”.

Además la misión del laico es "proponer la belleza de la vida cristiana” destacó Bertodano, “la vida cristiana no es un dogma, no hay que decirle a la gente lo que tiene que creer y cómo vivir, sino ofrecerle un testimonio de un hecho experiencial que ha cambiado tu vida para siempre”.

Jaime hizo referencia al libro ‘La suerte de haber nacido en nuestro tiempo’ de Fabrice Hadjadj sobre la misión católica y los signos de los tiempos, para destacar “que este mundo necesita testimonios y contar lo que me ha pasado a mí y lo que Dios ha hecho conmigo. Ser misioneros”.

El encuentro terminó con unas palabras del delegado de Apostolado Seglar y moderador, José Fernández Crespo, que agradeció la intervención de los ponentes “dos amigos que me acompañan en la fe” y la presencia de todos los asistentes.

 

Si desea ver el encuentro de nuevo:

https://www.youtube.com/watch?v=giILrBczQvg