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El Convento de la Encarnación de las hermanas Clarisas de Valdemoro acogió el pasado sábado 30 de octubre la profesión temporal de Sor Inmaculada María del Espíritu Santo, una joven nacida en la localidad de Quismondo (Toledo). 

La celebración estuvo presidida por el vicario episcopal del Cerro de los Ángeles, Manuel Vargas, sacerdote que ha acompañado espiritualmente a la joven en el camino de su llamada a la vida contemplativa y también en el discernimiento vocacional.

En su homilía Vargas explicó que “la vida religiosa no es una renuncia a lo hermoso de la vida sino que, al revés, consiste en haber encontrado en Cristo el ‘tesoro escondido’, que ya no hace necesarios otros tesoros -de ahí el voto de pobreza-, ni otros amores -de ahí abrazar la virginidad- ni ocuparse de decidir según uno -de ahí el voto de obediencia-.”

“Dios recompensa no solo a la joven que dice sí a la vocación: también a sus padres, que aceptan esta vocación y renuncian a los planes que tenían sobre su hija” subrayó.

Sor Inmaculada María ha dado su sí al Señor después de madurar la llamada que recibió en una peregrinación con el grupo de la Hospitalidad del Lourdes en Toledo.

Esta joven toledana de 27 años, la pequeña de tres hermanos, participó también en el grupo de ‘Hijas de María’ de la Parroquia Santo Domingo de Silos  (Pinto), donde también descubrió su vocación contemplativa la joven pinteña Rocío Navarro, que recibió el hábito en Soria el pasado 9 de octubre. 

Cuenta Sor Inmaculada que en el año 2015, a través de una amiga, conoció la vida contemplativa y le llamó la atención “la alegría que se veía en las monjas” y dos años después, en 2017, decidió que quería entrar en el convento.

“El Señor me fue enamorando poco a poco” destaca.

El testimonio de su familia ha sido también muy importante en su camino vocacional, sobre todo el de su madre “que vive con una gran fe su enfermedad”.

Esta profesión ha supuesto para ella “la vida entera”. 

“Es ser esposa de Cristo  y donarme a la humanidad. Dar plenitud a mi vida como cristiana que se inició en el Bautismo y llevar mi vida de consagrada a plenitud hasta que pueda reunirme con el Esposo, Cristo, definitivamente” explica.