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Más de cuarenta jóvenes de la Parroquia Santa María de la Alegría (Móstoles) han completado, desde el 5 al 11 de julio, las últimas cinco etapas del Camino de Santiago –saliendo desde Sarriá- con el objetivo de ganar la indulgencia plenaria en este Año Santo Jacobeo ante el apóstol.

 Acompañados de varios adultos y conducidos espiritualmente por el párroco Isaac Parra y el vicario parroquial Andrés Castaño, los peregrinos han vivido inolvidables eucaristías, etapas de intensa convivencia y fraternidad donde han combatido el cansancio con alegres cánticos y mucha fuerza de voluntad, y también muchos momentos de fe y reflexión.

 “Ha sido un camino que nos ha ayudado a encontrarnos más intensamente con el Señor, y con nosotros mismos” explica Castaño.

“En el acercamiento con los jóvenes y con algunos adultos también hemos podido descubrir el rostro y la presencia de Jesús” continúa.

Entre los momentos que los peregrinos destacan está la confesión,  el diálogo o las diversas actividades que realizaron a lo largo de los días, pero sobre todo la Eucaristía donde encontraron” fortaleza y descanso para continuar el camino a pesar del dolor de rodilla, del cansancio, de la fatiga o de unas cuestas casi interminables” recuerda el vicario parroquial.

Personalmente Andrés cuenta que sintió “mucha incertidumbre al comienzo” por ser la primera vez que hacía el camino, “una incertidumbre que se convirtió en ilusión, alegría y satisfacción al llegar a Santiago de Compostela con cantos, palmas y alabanzas ante la imponente Catedral que nos esperaba con su gente alrededor”.

“Al final de todo una experiencia grande de Dios que nos enriqueció a todos con su amor, su perdón, fortaleza y misericordia no dejando indiferente a ninguno” concluye Castaño.