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Las obras de restauración que se están llevando a cabo en la Parroquia San Salvador han dejado al descubierto recientemente varios trazos de pintura del siglo XIX. Una de ellas, que figura en una columna junto a la puerta de Ánimas (por la que sacaban a enterrar) parece ser el fragmento de un versículo de un salmo penitencial, el 25 (24), versículo 16, un fragmento del latín de la Vulgata que dice: "Respice in me et miserere mei, quia unicus et pauper sum ego", cuya traducción litúrgica oficial es: "Mírame y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido". 

Teológicamente los Padres de la Iglesia suelen aplicar esta oración a Cristo, que dirige al Padre al comienzo de la Pasión, y es un texto muy utilizado también hoy en día en los funerales.

Según el párroco, Jaime Pérez Boccherini, se tratará de conservar y proteger estas pinturas “para que puedan ser contempladas por los fieles”.