ordenados2016

La Delegación diocesana de Juventud convocó en la tarde del sábado 23 de abril a más de doscientos jóvenes que se reunieron en el Colegio La Inmaculada (Alcorcón) para celebrar cantando, bailando y rezando que Jesucristo ha resucitado.

En este año de la Sinodalidad y como símbolo de unidad, esta iniciativa contó con la colaboración del vicario episcopal para el Apostolado Seglar, Jaime Bertodano y el delegado de esta área pastoral, José Fernández Crespo; el delegado y subdelegado diocesanos de Juventud, Juan Gabriel Muñoz y Miguel Luengo; el director del Coro Diocesano, Javier Ávila; sacerdotes diocesanos que acompañaron a los jóvenes de sus comunidades parroquiales y miembros de la asociación universitaria TotusTus.

ordenados2016

La actividad comenzó con la lectura de un Evangelio leído por el rapero y periodista getafense Josué Villalón, que fue introduciendo a los grupos musicales participantes y ayudando a los jóvenes, con la Palabra de Dios, a reflexionar sobre el tiempo pascual que la Iglesia está viviendo.

Cantos de alabanza y mucho ritmo precedieron a un tiempo de adoración, silencio y recogimiento, acompañados por las voces de algunos miembros del coro diocesano bajo la batuta de Javier Ávila.

“Esta iniciativa, que  nació con motivo del Año de la Sinodalidad ha unido a muchísimos jóvenes y ha tenido una gran respuesta tanto por parte de los que se han ofrecido para colaborar en lo que hiciera falta como por parte de los que han venido a disfrutar con la música de la alegría de la resurrección” explica el delegado de Juventud.

Parafraseando estas palabras de Gabriel, muchos jóvenes asistentes al encuentro han manifestado que acudían “para celebrar que Cristo ha resucitado, la Pascua”.

Así lo expresaban Jaime del Moral o Cristina Llewellyn-Jones, de la Parroquia San Juan de Ávila (Móstoles) mientras bailaban junto a su grupo.

“He venido para pasarlo bien en un ambiente en el que puedo compartir mi fe con todo el mundo sin dejar de disfrutar” expresaba Cristina.

ordenados2016

María Rodríguez, estudiante de Derecho y ADE en la Carlos III, que había acudido al Easter Busk con su grupo de amigos,  manifestaba con mucha alegría: “queríamos celebrar la Pascua con este plan que es diferente”.

Casi al finalizar el acto y mientras se tomaban los aperitivos y las bebidas que habían preparado los voluntarios bailando al son de la música, otras dos jóvenes diocesanas manifestaban su contento por haber asistido a la convocatoria.

Inés Montero, de la Parroquia San Saturnino, destacaba “nos ha parecido muy atractiva la combinación de música, alabanza y adoración” y su amiga, María Gómez, feligresa de La Inmaculada, añadía que se lo habían pasado “fenomenal” y además “con gente de nuestra edad, y compartiendo esta experiencia de fe con música”.