El obispo de Getafe ha acudido en la mañana del miércoles 25 de mayo a los estudios de Telemadrid para participar en el programa ‘Buenos días Madrid”, en el que ha respondido a diversas cuestiones sobre las fiestas en honor de la Virgen de los Ángeles, la pérdida de valores, el descenso en el número de vocaciones y en la práctica de los sacramentos o el uso de la tecnología.
D. Ginés ha transmitido muchos mensajes positivos y cargados de esperanza destacando que “la gente tiene muchas ganas de salir a la calle y recuperar sus tradiciones” añadiendo que “además de salud la gente pedirá a la Virgen por las situaciones dramáticas de pobreza y de paro provocadas por la pandemia”.
“La pandemia nos sorprendió, nadie podíamos pensar vivir una situación así'', ha señalado el obispo, “nos dejó paralizados y la parálisis nunca es buena” destacando que hay que sacar una lección de lo que hemos vivido y “saber dónde está lo importante e incorporar lo que hemos aprendido”.
Hay una realidad “de esta crisis, o salimos juntos o no salimos” y añadió “hay cosas que hemos aprendido a valorar como la economía del tiempo, la familia, un abrazo… incluso a los transportistas, la gente de la limpieza o el panadero”.
Ahora “queremos volver atrás, a lo que fuimos, sin sacar una lección de lo que hemos vivido y esto es un error”, ha dicho.
En cuanto a la crisis de valores por la que le han preguntado el prelado ha respondido afirmativamente explicando que “estamos perdiendo valores que son importantes” y que “vivimos en todos los sentidos muy en la epidermis, vivimos muy hacia afuera y quizá nos estamos perdiendo lo mejor de nosotros mismos”.
“Ir contra el progreso me parecería un error, pero el progreso no solo va hacia adelante, sino hacia lo profundo. Y en ese sentido hay una crisis espiritual” ha destacado.
Recordando a san Agustín en el momento de su conversión ha recordado como se encontró con Dios mirando en su interior: “ Dios es más íntimo a mí que yo mismo”.
Para solucionar esta crisis D. Ginés ha pedido mayor implicación de la familia y de la escuela como transmisora de valores y “hacer tomar conciencia a los jóvenes de que existe un interior”.
“Si hoy preguntamos sobre qué es la felicidad la mayoría de las personas responderán que es no tener problemas, pero eso no es verdad” ha dicho el obispo, “ser feliz no es la negación de todo problema, la huida, sino la asunción de lo que está pasando y tener un sentido en la vida y eso nace de dentro, eso tenemos que enseñarles a los jóvenes y no decirles que la vida es perfecta, que todo es rosa”.
En cuanto a los datos que reflejan una disminución en la práctica de sacramentos, de vocaciones, o de catequistas, el obispo se ha referido a la “crisis espiritual y a la situación de una iglesia en un mundo concreto que es un mundo pagano”.
“Dios no está ya en la vida del hombre, por tanto que haya menos bodas, bautizos y menos vocaciones significa que para muchos hombres y mujeres de estas grandes ciudades de mi Diócesis, por ejemplo, Dios no existe, no importa”.
Frente a esto, García Beltrán ha contado que cada año en la vigilia pascual bautiza a una treintena de adultos, destacando que “los cristianos que son, lo son con más fuerza, con un mayor compromiso apostólico”.
Por último se le ha preguntado por el uso de la tecnología “como elemento que pueda separar al hombre de Dios” a lo que D. Ginés ha respondido que “nada de lo creado por el hombre es ni bueno ni malo en sí” y que “la maldad o la bondad” está en el uso que se le dé, “la ciencia forma parte del plan de Dios”.
La tecnología es buena, evidentemente, cuando la tecnología se convierte en un absoluto que niega al hombre o su dignidad entonces saltan las alarmas. La tecnología es un medio, no un fin en sí mismo”.
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